Los sonidos de la naturaleza 

DE PUÑO Y LETRA. Hay momentos en los que me siento triste y en otros me pongo irascible. La buena noticia es que me estoy recuperando. Camino cada vez más tiempo cada día. Ahora estoy en 20 minutos. También hago algo de musculación, con pesas livianas.

Hola, amigos queridos de La Unión. Otra semana juntos. Yo sigo acá, en casa, recuperándome. Estoy mejorando día a día. Paso a paso. No les voy a mentir: no es fácil. Es que, aunque lo corporal va mucho mejor, tengo algunos síntomas de estrés postraumático.  

Hay momentos en los que me siento triste y en otros me pongo irascible. A veces estoy como perdido, aislado, cansado... duermo mucho y en la memoria se me hacen vacíos respecto de lo que viví esos 21 días internado en la Juncal luchando contra el covid ?14 de ellos en terapia intensiva?. Los médicos me dicen que es la forma que tiene nuestro organismo de protegerse ante un golpe muy fuerte, de esos que dejan marca. 

La buena noticia es que me estoy recuperando. Camino cada vez más tiempo cada día. Ahora estoy en 20 minutos. También hago algo de musculación, con pesas livianas. Todo con la respiración adecuada y siguiendo a rajatabla lo que me indica la kinesióloga. Mi corazón está fuerte y mis pulmones cada vez se llenan con más aire. Todo va de acuerdo a lo previsto. No tengo dudas de que con la ayuda de mi familia pronto voy a volver a ser el mismo. 

Les escribo estas palabras sentado con los pies en el pasto del fondo de mi casa, en una hermosa tarde de marzo. De fondo escucho el cantar de los pájaros y el ladrido del perro de mi vecino. Cierro los ojos y me dejo llevar: me transporto a otras épocas, como me gusta hacerlo con ustedes. Se los digo siempre: es un cable a tierra. Entonces pienso en cuáles serían los sonidos que se oían hace 100 o 150 años, cuando nuestra ciudad empezaba a nacer.  

Naturaleza pura. Los primeros registros de la flora y la fauna de nuestro distrito son de cuando la zona se empezó a poblar, hacia fines del siglo XIX. Los animales típicos en ese momento eran ñandúes, patos, garzas, gaviotines, perdices, peludos, cuises, tucotucos, gatos monteses, zorros e iguanas. Algunos siglos antes, sin embargo, por nuestro suelo se movían además guanacos, pumas y hasta jaguares. 

¿Y la flora? De acuerdo a los libros de la época, en los alrededores del Riachuelo se solían ver sauces colorados, sarandíes negros, ceibos, juncos y duraznillo blanco. En las lomadas las especies eran más variadas, incluyendo enredaderas de mburucuyá y zarzamora, ñapindá, algunos cactus y bosques de talas y espinillos. Las plantas y arbustos característicos eran abelias, aljabas, alteas, azareros, ciruelos de adorno, coronas de novia, coronas de ángel, forolitos japonés, granados de jardín, jazmines, lantanas, laureles, lilas, magnolias lilas, membrilleros de adorno, nadinas y rosas chinas. 

Con la fundación de nuestro partido y la posterior urbanización, el arbolado y los animales de Lomas fueron cambiando de forma abrupta. Hoy abundan las especies foráneas: plátanos, álamos, paraísos, fresnos y casuarinas. Te lo quería contar... 

Temas Relacionados