La Unión | LOMAS

Con el relato de sobrevivientes continúa el juicio del Pozo

DÉCIMO QUINTA AUDIENCIA. Los jueces del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata escucharán las declaraciones de Lucía Deón, Jorge Nadal y Luis Alberto Messa.

Los calabozos del Pozo de Banfield

Los calabozos del Pozo de Banfield.

Con los testimonios de los ex detenidos-desaparecidos Lucía Deón, Jorge Nadal y Luis Alberto Messa continuará este martes el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar en los centros clandestinos de detención que funcionaron en las Brigadas de Investigaciones de Banfield, Quilmes y Lanús.

La décimo quinta audiencia en el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata comenzará a las 9.30 y se realizará por videoconferencia, tal como viene sucediendo desde que comenzó el debate oral y público el 27 de octubre de 2020. Las declaraciones podrán seguirse en vivo a través del canal de YouTube del Poder Judicial de la Nación.

Después de una semana de parate por los feriados de Carnaval, los jueces Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basílico volverán a escuchar testimonios en primera persona de sobrevivientes después de más de un mes tras la participación de varios especialistas que dieron un pantallazo del contexto y de la realidad que se vivía aquellos años.

El último relato directo de una de las víctimas que pasó por el Pozo de Banfield fue el de Laura Franchi sentada frente a una computadora en una habitación del Consulado argentino en París. La mujer contó el infierno que vivió desde que fue secuestrada hasta que fue "blanqueada" en la cárcel de Olmos, primero, y Devoto, después

MARCAS Y CICATRICES QUE NO CIERRAN

Como ella, Lucía Deón logró escaparle a la muerte. Tenía 28 años cuando la secuestraron. La levantaron de un bar donde se tenía que ver con una persona. Se resistió, hizo todo lo que estaba a su alcance para que no se la llevaran, pero la metieron en un Falcón y la trasladaron al centro clandestino de detención conocido como "El Olimpo".

Ahí la torturaron con picana eléctrica, la vejaron, la golpearon con cadenas y otros elementos que le dejaron marcas y cicatrices grabadas en su cuerpo durante muchos años. Así lo declaró el 27 de marzo de 2014 en el juicio por los crímenes cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

Después la llevaron al Pozo de Quilmes junto a otras personas, hasta que el 26 de marzo de 1979 la trasladaron a la ESMA. A fines de 1979, integró el grupo de los prisioneros que fueron llevados a la isla "El Silencio" durante el tiempo que estuvo la misión de la Comisión de Derechos Humanos (CIDH) en el país.

EL CASO DE MESSA

A Luis Alberto Messa, en tanto, lo secuestraron el 31 de marzo de 1976 en la comisaría de Escobar. Había sido citado a comparecer y lo tuvieron en cautiverio durante seis años. "Me habían ido a buscar varias veces y no me encontraron. Incluso, amenazaron a mis padres", relató en los juicios por la verdad de 2003.

A partir de ahí comenzó un periplo por distintos centros de detención de la provincia de Buenos Aires que lo alejaron de su familia y sus compañeros "Me subieron a un auto, tirado en el piso, y me llevaron a un lugar que creo era Campana", sostuvo. "Recuerdo que ahí nos torturaban y luego nos metían en un (camión) celular", agregó.

De allí fue trasladado -probablemente en barco, según dijo- a otro centro clandestino de detención, que podría ser la fábrica de tolueno sintético, conocida en la jerga represiva como "El Tolueno". En ese lugar estuvo detenido junto a los desaparecidos Marta Velazco y Hugo Morini, y con la sobreviviente Blanca Buda.

Luego fue trasladado a la Brigada de Banfield, donde estuvo algunos días. El paso por los distintos centros ilegales de detención duró una semana. Después, fue llevado a un "lugar que parecía un hospital", sobre el que el tribunal especuló con que se trataría del nosocomio del Regimiento Militar de Campo de Mayo.

El 7 de abril de 1976 pasó a ser un detenido "legal", a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Y, tras veinte días de haber sido recuperado físicamente en ese "hospital", fue llevado en un avión a la localidad de Azul, donde quedó alojado en el penal de Sierra Chica. También pasó por el penal de Rawson y por la Unidad 9 de La Plata.

VIVIR EL INFIERNO

Jorge Adalberto Nadal fue secuestrado el 16 de Mayo de 1975. Su esposa, Hilda Magdalena García, y su hijo Carlos llegaron al Chaco escapándose de Buenos Aires. Meses después volvieron a Buenos Aires para buscar a sus compañeros del PRT. Se asentaron en Guernica: con el nuevo integrante de la familia: Pedro, de menos de un año.

En una fecha cercana al 5 de marzo de 1976, los secuestraron. La patota se llevó a Hilda y a Pedro, pero dejaron a Carlos, que llegó con sus abuelos protegido por una compañera de militancia. A Pedro los militares se lo apropiaron y todo indica que el médico policial Jorge Antonio Bergés fue quien firmó la certificación de su falso nacimiento.

El chiquito fue inscripto como hijo biológico por su apropiador Luis Alberto Ferián, de la Brigada de Investigaciones de Quilmes, hoy fallecido. Y de Yolanda de Francesco, muerta con prisión domiciliaria.

Su padre lo comenzó a buscar después de haber estado cuatro años en Sierra Chico y en la cárcel de La Plata. Estuvo exiliado en Francia cinco años y al regresar a la Argentina, en 1984, empezó a buscar a Pedro. El trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo fue fundamental para que pueda encontrarlo. Su hijo se transformó en el nieto número 75.