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Almafuerte de Albertina crece con obras e infraestructura

En Homero al 3000. Con apoyo del Estado, construyeron a nuevo una cancha y avanzan con la renovación de los techos y un SUM.

Mejoraron el suelo de la cancha y ahora trabajan en el buffet

Mejoraron el suelo de la cancha y ahora trabajan en el buffet.

Almafuerte de Albertina es uno de los ejemplos más claros de la importancia que revisten los clubes de barrio. Un grupo de amigos, la necesidad de encontrar un espacio en común con las ideas de cada uno, el nacimiento de una entidad, el compromiso de esa comunidad y de otros organismos para trabajar juntos y atentos a las necesidades de su barrio y, por estos días, el apoyo del Estado con infraestructura y obras para seguir creciendo.

La entidad fundada hace 12 años culminó en enero la reconstrucción de su cancha de papi fútbol. A través de un plan de obras que lleva adelante el Municipio de Lomas en más de 30 clubes de todo el distrito, se hormigonó a nuevo el terreno de juego y el club reunió fondos para terminar con un alisado que les brinda más calidad y evita tener que pintar regularmente el suelo. "Estamos muy contentos con la cancha. Realmente estaba en muy mal estado. La habíamos construido nosotros sin saber mucho del tema y aguantó un tiempo, pero ya había sectores que se había levantado el suelo y era necesario renovarla. La verdad quedó como un billar", reconoció Néstor Ferrufino, secretario del club y uno de los fundadores.

A estas obras se sumaron la renovación de un SUM que estaba pegado a un buffet a través del Programa "Clubes en Obra" del Gobierno Nacional. "El techo del buffet tenía chapas viejas, tirantes de madera, estaba un poco venido a menos. Así que levantamos el techo, compramos hierros y chapas nuevas y estamos en obra. La idea después es construir una pared atrás del arco, queremos enrejar todo (hoy tienen alambrado) y poner ventanas de aluminio. También quisiéramos hacer un cambio completo del SUM y de los baños. Hay varios proyectos en mente", agregó Néstor, quien además es el delegado general del fútbol del club.

Su historia es la de muchos otros jóvenes. Con 18 años y después de haber jugado en otro club del barrio, decidió armar su propio espacio y hoy, con su padre Fernando como presidente, le dan forma al Almafuerte. "Empezamos a través del AutoCamping que funciona al lado. Fuimos una división de chicos de otra institución que no nos gustaba como se manejaba. Queríamos una alternativa desde lo institucional donde se dé oportunidad a los pibes y pibas del barrio, con distintas disciplinas para practicar y en donde ellos puedan ver que había una alternativa posible para sus vidas", contó.

Y continuó: "Nuestra idea es que entiendan que el club no solo es donde voy a jugar, a competir, sino que también es una familia, un lugar de contención. Muchos de los que se retiraron cuando terminaron de jugar (forman parte de ADIJ) están entrenando a los más chicos que están iniciando y es una rueda que no acaba. Ahora con la cancha nueva queremos sumar futsal y otras disciplinas y seguir creciendo".

Almafuerte recibe a unos 240 chicos todas las semanas para practicar papi fútbol, fútbol femenino y hóckey mixto. Con todos los protocolos, desde enero ya se encuentran entrenando en grupos pequeños.

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