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Santa Rosa cierra el año con cancha a estrenar

Crisis y oportunidad. El club de San José fue uno de los beneficiarios del plan de obras del Municipio. Recibe a más de 100 jóvenes y cumple un importante rol social en el barrio.

En un año difícil para todos, hubo casos en que quedó verificada aquella frase que reza "cada crisis trae aparejada una oportunidad". El del Club Santa Rosa de San José es uno de ellos.

Desde principios de marzo debieron cerrar sus puertas por la pandemia, en el medio sufrieron robos y vandalismo y, ahora culminan el 2020 inaugurando una cancha de cemento hecha a nuevo y proyectos ambiciosos para lo que viene.

Nahuel Monte, presidente del club, fue uno de los padres que encabezó este camino hacia la recuperación de la cancha y hoy celebra los cambios. "El club tiene 33 años y siempre fue una canchita de tierra. En su momento pasaron distintas comisiones pero últimamente estaba muy mal entonces con un grupo de padres decidimos ponernos el club al hombro y empezar a trabajar", contó. El trabajo incluyó empezar a hacer los trámites para que la entidad tenga un reconocimiento gubernamental y pueda acceder a algún beneficio u obras. 

"Estuvimos un tiempo haciendo papeles, firmando otros, generando todo lo necesario para darle un marco legal al club. Y cuando finalmente lo conseguimos nos pusimos en campaña para conseguir apoyo del Municipio en alguna obra de infraestructura", detalló.

Fue así que Santa Rosa ingresó dentro del plan de obras del Municipio en 35 clubes de barrio y por estos días tiene prácticamente terminada la instalación de la carpeta que reemplaza a la tierra. Se hizo una cancha de 20 x 30 y lo único que resta es la colocación de los arcos (que están siendo remodelados) y los detalles de demarcación del terreno. "Mi postura siempre fue mejorar el club pero el panorama era malo y al verlo así era difícil conseguir ayuda. Ahora tenemos todos más entusiasmo con este progreso y empezamos a planificar cosas como arreglar alambrados, hacer vestuarios, reformar el buffet y quizás algún día poder techarlo", explicó Monte.

El club recibe a unos 120 chicos y chicas entre el fútbol masculino y femenino pero una cancha de cemento le abre las puertas a más disciplinas y, como consecuencia, más gente del barrio. Además, durante la pandemia repartieron bolsones de comida y acompañaron a las familias más ajustadas. "Esta es una zona humilde donde quizás vemos chicos en los semáforos y no es la idea. Queremos darles contención, que puedan venir acá, hacer un grupo de amigos, jugar un rato, compartir una gaseosa. No estamos atrás de la competencia, sino de ser un espacio para que los chicos no entren en cosas malas", resaltó Nahuel. 

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