Desde Italia y Perú a Lomas, en busca de un futuro mejor 

EXPERIENCIAS. Vincenzo y Adolfo, dos inmigrantes, cuentan cómo llegaron al país por distintas situaciones, pero con el mismo sueño: tener una mejor calidad de vida.

Hace unos días se conmemoró el Día Internacional del Migrante, en homenaje a todas las personas que debieron abandonar su lugar de origen, por cualquiera que sea la circunstancia, y rehacer su vida a miles de kilómetros de su lugar natal. Vicenzo Fiumara y Adolfo Huañahue son vecinos de Lomas, pero nacieron en Italia y en Perú respectivamente. Sus historias de vida y el motivo que los movilizó para llegar a Argentina son muy diferentes, pero ambos son agradecidos al país y a la localidad por recibirlos con los brazos abiertos.

FUERZA MAYOR

Vincenzo Fiumara llegó a Argentina en 1951, con un año de edad, por la decisión de sus padres de dejar atrás, en el pasado, a una Italia devastada por la Segunda Guerra Mundial. En búsqueda de un futuro mejor y más próspero, se embarcaron hacia tierras argentinas. Cruzar el Atlántico era, para el papá de Vincenzo, un nuevo renacer: Francisco fue combatiente de la guerra y estuvo dos años como prisionero en un campo de concentración en Francia, donde vio pasar de cerca a la muerte, se escapó y logró conservar ese tesoro que se llama vida.

Francisco, papá de Vincenzo, fue combatiente de la Segunda Guerra Mundial y estuvo dos años como prisionero en un campo de concentración en Francia, donde vio pasar de cerca a la muerte, se escapó y logró conservar ese tesoro que se llama vida.

"Los primeros años después de la Guerra fueron caóticos. En medio de escombros, no había trabajo, por eso mis padres decidieron venir a Argentina", empezó a contar Fiumara acerca de la historia familiar.

"Llegamos a Lomas gracias a un primo de la familia. Vivíamos cerca de Camino Negro, que en ese momento era todo campo, en una casa muy humilde", rememoró Vincenzo sobre su dura infancia y lo que debieron luchar para salir adelante.

Nacido en Calabria, se crió y creció en Argentina: hizo la primaria en la Escuela Nº14 y la secundaria en el Colegio Industrial de Temperley. "Estudié ingeniería en la UTN de Avellaneda y, como me costaba conseguir trabajo, me volqué a la venta de diarios y a la encuadernación, oficio que llevo a cabo hace más de 50 años", aseguró. Una vida marcada desde el principio por el sacrificio, el esfuerzo y con el logro de conseguir las metas sin que nadie le regale nada.

Este país me dio todo, acá me eduqué y tengo mujer e hijos argentinos. Con todas las crisis que hubo, jamás se me cruzó por la cabeza irme. Siempre fui un convencido de que me tenía que quedar a lucharla acá.

APUESTA

Adolfo Huañahue nació en Perú en 1976, más precisamente en Apurímac, y su historia de cómo llegó a Argentina es digna de contar. En su país natal, Adolfo se dedicaba al servicio terciario de obras públicas y a la exportación textil hacia Venezuela, pero una paralización en el empleo hizo que se replantara su futuro. "Un amigo me llamó y me propuso ir a Argentina a probar suerte. Le dije que sí, pero sin creer que iba a ser capaz de sacar los pasajes. Cuando me contó que los había comprado, no lo podía creer. Fue una aventura", rememoró Huañahue.

"Viajé solo, estuve un tiempo buscando para invertir y después traje a mi familia", contó Adolfo, que llegó al país hace tres años, vivió en Pilar por seis meses y luego se mudó a Lomas. Su intención, junto a su amigo, era inclinarse al rubro textil, pero no consiguieron lograrlo. Sin bajar los brazos, dieron un giro total a sus vidas y se reinventaron gracias al rubro gastronómico: fueron uno de los primeros en instalar en Lomas la comida peruana con los locales Mi Rico Perú (Alsina 1884) y Apuntó (sabor peruano), ubicado en Fonrouge 116.

Apostamos por Argentina y nos parece un excelente país, puedo vivir dignamente con mi esposa y mis dos hijas. De Lomas te puedo decir que me sorprendió su tranquilidad para poder trabajar y su belleza en la zona céntrica.

"Apostamos por Argentina y nos parece un excelente país, puedo vivir dignamente con mi esposa y mis dos hijas. De Lomas te puedo decir que me sorprendió su tranquilidad para poder trabajar y su belleza en la zona céntrica", dijo Adolfo sobre su experiencia a lo largo de estos tres años.

Vincenzo y Adolfo son dos agradecidos por la posibilidad que les brindó Argentina de forjar su vida y sentirse cómodos en un país lejos de su territorio natal. "Llegué con esperanza y con ganas de hacer las cosas bien. Por suerte tengo trabajo, que era lo que vine a buscar, y soy muy feliz", concluyó Adolfo. Para finalizar, Vincenzo agregó: "Este país me dio todo, acá me eduqué y tengo mujer e hijos argentinos. Con todas las crisis que hubo, jamás se me cruzó por la cabeza irme. Siempre fui un convencido de que me tenía que quedar a lucharla acá".