Son los primeros hinchas y dan todo por el club de sus amores

Llegan primeros, se van últimos, y su rol dentro de un plantel es fundamental. Los utileros están en todos los detalles, son los encargados de que a los futbolistas no les falta nada y tengan todo preparado cada vez que pisan el vestuario o el campo de juego. Por eso, ellos no pueden faltar en ningún equipo de fútbol y su presencia es vital.

Hoy, 10 de noviembre, conmemoran su día y por eso Diario La Unión se contactó con dos de los encargados de cumplir esa función en Temperley y Los Andes,, en el que une sus dos pasiones: el club y el fútbol. Ellos son Guillermo Bermani, que trabaja hace ocho años en el Gasolero, y Guillermo Capalbo, que lo realiza hace cuatro en el Milrayitas. Ambos son hinchas de sus equipos, afrontan su tarea con gran responsabilidad, y lo disfrutan un montón. Y no es para menos: ellos, al estar en el día como los futbolistas, cumple el sueño de cualquier todo simpatizante. Pero no están solos en esta tarea: en Temperley también trabajan Germán Vrbak, Raúl Base y Mario Coronel; y en Los Andes, Gastón Závatto.

   -¿Cómo llegaron a cumplir esta función en el club?

GB: Llegué en 2012 porque lo ofreció (el presidente del club) Hernán Lewin y no lo dudé, ya son ocho años en el club y la verdad estoy muy contento. La sensación es muy linda porque soy hincha y socio. Es algo que jamás pensé vivir y la satisfacción es doble, ya que estar en contacto diario con los jugadores y ver los partidos en cancha, es algo único.

GC: Yo arranqué jugando en Inferiores a los 12 años, pero no tuve la oportunidad de llegar a primera y después me ofrecieron ser utilero en Inferiores. Así empecé a trabajar en el club y a los dos años me subieron al plantel de primera. Ya llevo cuatro años y la verdad que para mí es un orgullo muy grande porque soy hincha y pasé toda mi vida en el club.

-¿Cuáles son hoy sus responsabilidades?

CB: Con el tema de la pandemia, la situación cambió un poco. Hoy se pueden usar los vestuarios y por eso nuestra función varió un poquito. Ahora no hay que esperar a los muchachos con la ropa ni con el vestuario preparado, sino que estamos más enfocados en el campo, en ayudar a los profes para armar y desarmar las herramientas de entrenamientos. 

-¿Y antes de la pandemia, cómo era?

GC: Nosotros, por ejemplo, llegamos a las 6 de la mañana y armamos todo el vestuario. Nos fijamos que haya agua, hielo, agua para el mate, las pavas eléctricas, en sí que no falte nada para cuando lleguen los jugadores y el cuerpo técnico. Después, ayudamos en el campo, siempre enfocado en que no falte nada. Tenemos que estar en todos los detalles.

-¿Qué significa para ustedes ser utileros de los clubes en los que son hinchas?

GB: Siempre digo que mi trabajo es mi pasión porque soy un apasionado de Temperley y también del fútbol. Como hincha, fui a todas las canchas y vivir todo esto dentro de la cancha es algo que lo disfruto muchísimo desde que llego hasta que me voy. Esto me apasiona y cuando uno hace lo que gusta, lo hace con amor. Además, siempre recibo el reconocimiento de jugadores y cuerpos técnicos y eso me pone muy contento.

GC: Yo pienso lo mismo, mi trabajo es mi pasión, porque se mezclan las dos cosas. Y creo que la mayoría de los utileros del fútbol argentino son hinchas de sus clubes, es muy raro que haya de otros equipos, fundamentalmente en el ascenso. Es un trabajo en el que es importante ser hincha del club, yo creo que sería muy difícil hacerlo en otro lado porque es un oficio que tiene mucha dedicación, capaz estás entre 12 o 15 horas en el club. Hasta que no dejes todo preparado para el otro día, no te podés ir. 

-¿Cómo es el vínculo con los futbolistas y los cuerpos técnicos?

GB: La verdad que muy bueno. Tuve excelente relación con todos con los que compartí el día a día. Desde "Fito" Della Picca, que fue el primero, hasta hoy Perazzo, tuve la mejor relación con todos, son grandes personas. Y ni que hablar de Ricardo Rezza, que fue un maestro para todos, tanto para los jugadores como para nosotros, ya que nos enseñó muchísimo. Y con todos los chicos, la mejor. Con muchos me sigo hablando, muchos me saludaron hoy, y cuando los veo crecer, me pone muy contento.

GC: La relación siempre es la mejor, nunca tuvimos problemas con ninguno, y siempre brindándonos al 100 por ciento, ayudando en todo lo que haga falta. Y ellos se dan cuenta de eso, de la calidad de personas que somos, ya que siempre estamos a disposición de ellos para ayudarlos en lo que necesiten y eso se valora. 

-¿Los partidos es lo que más disfruta, teniendo en cuenta que son hinchas de sus clubes?

GB: Sí, pero también los sufro muchísimo, tanto como hincha como por estar todo el día con los chicos. Yo los quiero ver ganar como hincha, pero también como compañero de trabajo porque yo los veo cómo se esfuerza, cómo entrenan, y siempre quiero que tengan un resultado positivo. Ellos sufren un montón cuando pierden y eso los hinchas no lo ven. 

GC: Yo lo sufro muchísimo, trato de sacar el hincha de lado porque estamos trabajando, pero se sufre y nos hacemos mala sangre. Nosotros nos encariñamos con los jugadores, siempre queremos que les haya bien, y el deseo de verlo ganar al equipo es doble. Igualmente se disfruta mucho estar dentro del campo de juego, creo que es sueño de todo hincha.