La Unión | LOMAS

A un año del crimen de José Ignacio Molina, su familia volvió a pedir justicia

FIORITO. Marcharon hasta la comisaría del barrio para exigir que detengan a los prófugos del asesinato del joven. Sospechan que siguen en la zona.

Con remeras con la cara del joven marcharon por el barrio La Isla

Con remeras con la cara del joven marcharon por el barrio La Isla

A un año del crimen de José Ignacio Molina, asesinado a golpes por un grupo de personas en Fiorito, su familia organizó una marcha hasta la comisaría del barrio para pedir justicia y que detengan a dos de los responsables de su muerte que aún hoy continúan prófugos.

Con carteles y remeras estampadas con la foto de José Ignacio, visiblemente conmovidos, sus hermanos, sobrinos y vecinos se movilizaron por las calles del barrio "La Isla", donde el joven vivía, para reclamar que la causa avance de "una buena vez por todas".

Mario, hermano de la víctima, aseguró que "a pesar del paso del tiempo" la partida de José Ignacio "duele como si hubiera sido ayer". "Estamos cansados de ser ignorados, que no los busquen y no tener novedades. Por lo que nos cuentan estas personas siguen acá, en Fiorito", resaltó.

Por el homicidio del vecino que trabajaba en la cooperativa Jóvenes en Progreso de Lomas permanecen detenidos María Madgalena Gómez y Ariel Maximiliano Molina. Pero Mario asegura que otras dos personas tuvieron participación directa en el ataque: Ezequiel y Miguel.

"Hay dos personas más que lo golpearon y fueron autores del hecho. Queremos que los busquen. Esta familia siempre tuvo esta manera de manejarse y comportarse, porque son violentos. No entendemos porque siguen libres en la calle como si nada", se preguntó Mario.

El 26 de octubre de 2019, José Ignacio salió a defender a su sobrino durante una pelea, pero nunca imaginó que eso le costaría la vida. Si bien la trifulca terminó en ese momento, la patota prometió venganza. Una hora después en la calle Campana lo acorralaron y lo lapidaron con fierros, varillas y piedras hasta que el joven quedó inconsciente.

Por la gravedad de las heridas murió.

Su hermano sostiene que "no fue una pelea, porque no hubo posibilidad de que él se defienda". "Fue premeditado, decidieron ir a buscarlo, lo emboscaron y no pudo defenderse porque eran muchísimas personas", apuntó.

Mario recuerda a su hermano mellizo como una persona que tenía proyectos. "Él era cartonero, pero con toda nuestra miseria, siempre quiso salir adelante. Quería comprar materiales para poder arreglar la casa. Vivimos en un contexto duro, marginal, pero somos gente trabajadora y queremos justicia. Que esta gente caiga y quede detenida", cerró.

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