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Teresita Casa de Mujeres y Niños rearma su espacio

Temperley. A pesar de la pandemia, desde la institución que alberga a más de 30 personas trabajan para seguir fortaleciendo la ayuda social y las actividades internas. 

Diferentes actividades realizan en Teresita Casa de Mujeres y Niños de Temperley que, a pesar de la pandemia, no dejaron de ayudar y fortalecer el espacio a nivel grupal e individual. En este momento necesitan ayuda para refaccionar y dejar en condiciones el lugar que habitan más de 30 personas.

Mujeres, adolescentes y niños que llegaron allí tras padecer alguna situación de vulnerabilidad siguen trabajando en diferentes actividades que dictan allí.

La presidenta de la ONG No seas Pavote y directora de Casa Teresita, Gabriela Salisio contó: "Las chicas están muy activas. Se dicta un taller de cocina, tenemos a la trabajadora social que visita el espacio y además generamos una acción social a través del aporte que se hace para el Centro Barrial Tinku que se encarga de brindar el desayuno a las personas en situación de calle".

Donaciones de pinturas, artículos de higiene personal y de limpieza, además de todo lo necesario para un botiquín de auxilio, son las necesidades urgentes de Casa Teresita

Generar empatía con las personas que no la están pasando bien en este contexto, es a lo que apuntan los responsables del espacio.

"Todos los jueves, nuestras mujeres se encargan de amasar algo rico que es entregado a los responsables de Tinku", detalló Salisio, quien además expresó que están realizando tareas de refacciones dentro de la casa.

"Son 36 personas que viven en el hogar y con el tema de la pandemia no se pudieron hacer los arreglos pertinentes. Por eso comenzamos una campaña para poder pintar y dejar en condiciones el lugar", detalló.

Las donaciones de pinturas, artículos de higiene personal y de limpieza, además de todo lo necesario para un botiquín de auxilio, son las necesidades urgentes de Casa Teresita que trabaja para capacitar, asesorar y fortalecer la autoestima de las mujeres que viven allí.

"La actividad pedagógica también continúo durante este período de pandemia. Pudimos incorporar tres computadoras para que los hijos de las mujeres sigan con sus clases", expresó la responsable de lugar.

También iniciaron un taller de carpintería para poder reparar puertas y ventanas del espacio. "Todo sirve para seguir en este camino de fortalecimiento personal y grupal", concluyó Salisio.

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