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Buscan al último prófugo del caso del joven que recibió dos botellazos y quedó en coma

judiciales. Lautaro Cárdenas sufrió dos fuertes golpes en la cabeza que lo dejaron en terapia intensiva durante días. La causa no tiene novedades.

Tiene 16 años

Tiene 16 años.

Aún no hay novedades sobre el caso de Lautaro Cárdenas, el joven de 16 años que sobrevivió tras quedar en coma por un botellazo en la cabeza en el marco de una golpiza en Centenario.

"Se paralizó todo la verdad", afirmó en charla con La Unión su hermano mayor, Alan Cárdenas"La realidad es que siendo sincero, del lado de nosotros, el tener a Lautaro, que esté bien, que evolucione rápido, esté lúcido y sin secuelas es como que ya está", manifestó el joven, en relación a que a pesar de cómo se desarrolla la vía judicial, lo fundamental es que su hermano está progresando favorablemente.

Lautaro ya volvió al colegio, donde lo recibieron todos sus compañeros, profesores y equipo directivo. "No se lo esperaba él, porque fue todo una sorpresa", apuntó. Si bien el joven se encuentra bien de salud, debe atravesar un proceso de recuperación de seis meses aproximadamente.

El adolescente sufrió una fractura de cráneo y un hematoma epidural avanzado, provocado por dos botellazos en la cabeza que le dieron al momento de intentar defender a un amigo suyo que estaba siendo golpeado en el suelo por un grupo de delincuentes. Tras el hecho, regresó a su casa, pero fue horas más tarde que se descompensó y su familia lo llevó rápidamente a la guardia.

En un inicio, permaneció en la Clínica Boedo, en Lomas de Zamora, y luego fue trasladado a la Clínica la Sagrada Familia de Belgrano, donde fue sometido a una delicada neurocirugía. El pronóstico no era para nada prometedor.

Mediante las imágenes de cámaras de seguridad y a distintas averiguaciones, efectivos de la Departamental Lomas y de la Comisaría 7° de Villa Centenario identificaron a todos los agresores y realizaron una serie de allanamientos para capturarlos.

En total, hay tres mayores de edad y otros dos menores detenidos. Todavía resta un prófugo, que ya ha sido identificado y cuenta con un pedido de detención.

EL HECHO

El domingo 5 de febrero a las 6.30 Lautaro caminaba con sus amigos por las calles Profesor Cid Guidi de Franc y J. Zamora, en Centenario, hasta que se les cruzaron en el camino dos autos, un Volkswagen Bora gris y un New Beetle amarillo.

De los vehículos bajaron al menos seis jóvenes que los amenazaron, los golpearon y les robaron sus pertenencias, para luego escapar. Lautaro se llevó la peor parte: intentó defender a su amigo de la golpiza y terminó recibiendo dos botellazos en la cabeza.

Logró escapar pero con el correr de las horas el adolescente empezó a sentirse mal. "Se escondió atrás de un auto abandonado con un amigo. Cuando no escuchan más el motor del auto van a la vuelta que había un centro de jubilados y ahí me manda mensajes contándome lo que pasó. Entonces, lo voy a buscar, primero llevo al amigo a la casa y después me iba con Lautaro a la nuestra. En el camino lo veo pálido a él y le pregunto si estaban bien y me dijo que sí", precisó.

"Llegamos a casa, charlamos un rato y nos acostamos. Al mediodía, cuando él se levanta a vomitar, estaba perdido, le hice tres preguntas y me contesto cualquier cosa. Entonces lo cambiamos con mi mama y lo llevamos a la Clínica Boedo", relató y resaltó: "El médico de la clínica nos dijo que el a las 9, 10 de la mañana, a más tardar, tendría que haber estado muerto".

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