Anahí Benítez: un experto desacreditó el operativo de Tula y el can Bruno

AVANZA EL JUICIO. Juan Carlos Lombardi, juez internacional de la Federación Cinológica Argentina, marcó varias fallas en un procedimiento clave para la investigación.

El imputado Marcos Bazn junto a sus abogados defensores

El imputado Marcos Bazán junto a sus abogados defensores.

La sexta audiencia del juicio por el femicidio de Anahí Benítez tuvo como protagonista a Juan Carlos Lombardi, juez internacional de la Federación Cinológica Argentina, quien desacreditó el operativo realizado por el adiestrador Diego Tula y su perro Bruno en la casa de la joven asesinada y en la Reserva Santa Catalina.

El experto en búsqueda y rescate con perros opinó sobre tres videos que mostraban la toma de olores que hizo Tula en la vivienda de Anahí y las marcaciones que realizó el can en el lugar donde vivía el imputado Marcos Bazán, procedimientos claves para la investigación. En todos los casos, Lombardi señaló varias fallas.

"No son las personas pertinentes para levantar los olores. Había muchas personas en un lugar cerrado que podían contaminar la escena. Estaban con indumentaria civil. El levantamiento tiene que hacerlo personal especializado de la Policía Científica", opinó sobre el procedimiento en la casa de Anahí. Y añadió: "Todos estaban emanando partículas olfativas. Si la persona no está protegida, contamina el ambiente".

Posteriormente, habló sobre el operativo en la honguera de la casa de Bazán, donde el perro identificó el rastro de Anahí y se lo comunicó a Tula con su ladrido. Lombardi vio la filmación de ese momento e hizo una interpretación diferente: "Veo que el perro le reclama el juguete a su guía. El mismo guía incentiva con su voz para que el perro ladre. El perro sabe que la persona tiene el objeto de él y se lo reclama".

Por otro lado, el experto señaló fallas que, a su criterio, hubo en el procedimiento posterior que marcó a Bazán como sospechoso. En primer lugar, sostuvo que "para buscar a una persona (en este caso, Bazán), el perro y el guía no tienen que haber hecho ese camino previamente", ya que podría contaminarse el recorrido. Luego, criticó la manera de trabajar de Tula: "Nunca vi a un perro trabajar con distintos olores en menos de diez minutos. No puedo darle a un perro dos olores distintos en menos de 24 horas. Nosotros como institución utilizamos mínimo tres perros".

Otro punto que cuestionó Lombardi fue el uso de una correa corta durante el recorrido del can Bruno. El lunes, Tula había explicado que no le puso una correa larga al perro para evitar que un movimiento brusco enganchara y lastimara a los miembros del operativo, pero el juez internacional opinó diferente. "El perro debe ser autónomo e independiente. En ningún momento puedo tener la correa tensa. Tula muchas veces tiene sujeto al perro", advirtió, y deslizó que el comportamiento de Bruno pudo haber estado inducido por su adiestrador: "La inducción siempre es voluntaria. Vi eso en el video de Tula".

Silvia Pérez Vilor, madre de Anahí, junto a su abogado y la fiscal del caso.

En la audiencia anterior, Tula había dicho que Bruno tenía una efectividad cercana al 100%. El abogador defensor de Bazán, Manuel Garrido, recordó esta afirmación y pidió la opinión del experto. Lombardi respondió que "perros infalibles no hay" y sentenció que "si el guía es un profesional, no se tiene que equivocar".

Finalmente, le preguntaron al testigo si era posible que un perro hiciera una marcación con la postura corporal o con algún otro gesto que sólo entendiera el guía, como había afirmado Tula el lunes. Lombardi contó que "la marcación internacional es que el perro tiene que ladrar".

En la audiencia de este miércoles también declararon Gabriela Pascual y María Paula Martínez, peritos químico forenses de la Policía Federal, quienes habían tomado muestras en la casa de Bazán. También brindaron su testimonio María Cecilia Olcese, bioquímica que analizó distintas muestras y que detectó naftaleno en el pelo de la víctima; y Ludmila Zilvetti, médica patóloga que constató la asfixia, un infarto agudo y las lesiones en la cara que sufrió Anahí durante su asesinato.