Así fue el último viaje del chofer de la línea 543 que decidió jubilarse

Compañero ejemplar . Fernando Alegre fue homenajeado por sus compañeros de la empresa lomense después de 14 años de trabajar allí y más de 30 frente al volante de un colectivo 

A sus 61 años, el chofer de la línea 543 de Lomas, Fernando Alegre decidió jubilarse después de más de 30 años de estar frente al volante del colectivo, pero lo más emocionante fue ese último viaje que será recordado para siempre porque recibió el cariño de los pasajeros, de todos sus compañeros y de su familia que lo esperaron en esa parada final.

"La decisión de jubilarme la tomé hace un tiempo atrás por varios factores. Quiero disfrutar de mi familia, dejar de acostarme temprano para arrancar mi labor a las 5.30 de la madrugada y además porque actualmente el trato con la gente, se pone difícil", contó Fernando que vive en Albertina y antes de llegar a la empresa Yitos S.A de Lomas, pasó por varias líneas de colectivos.

A sus seis años aprendió a manejar en Corrientes, su provincia natal: "En el campo comenzábamos a aprender con los tractores y a partir de ese entonces, siempre me gustó manejar y de ahí nace mi pasión por los fierros".

La decisión de jubilarme la tomé hace un tiempo atrás por varios factores. Quiero disfrutar de mi familia, dejar de acostarme temprano para arrancar mi labor a las 5.30 de la madrugada y además porque actualmente el trato con la gente, se pone difícil.

Si bien manejó la línea 543 de Yitos por casi 14 años, también estuvo en la 540 de Lomas y en la 141 que llegaba hasta Plaza Italia en CABA.

Fernando tuvo muchos trabajos: "Comencé a los 18, pero como chofer de colectivo arranque cuando tenía 26 años y aseguró que pasó por muchas experiencias arriba del transporte público, pero desde hace 10 años atrás noto un cambio bastante abrupto en la sociedad que lo atribuyo al factor económico. La gente está muy nerviosa y muchas veces se la agarra con nosotros. Se perdió el respeto y con esto no me quiero poner en víctima, pero es lo que siento".

Si bien manejó la línea 543 de Yitos por casi 14 años, también estuvo en la 540 de Lomas y en la 141 que llegaba hasta Plaza Italia en CABA.

Los recuerdos de cada equipo de trabajo en los que estuvo es lo que más recuerda: "Para mi es fundamental el compañerismo y por suerte nunca tuve problemas en ninguna empresa de la que formé parte".

LA ÚLTIMA VUELTA

El 31 de enero fue su último día de trabajo y si bien Fernando sabía que podía ser especial contó que lo sorprendió cada detalle.

"Cuando estaba por arrancar la última vuelta, mis compañeros pegaron un cartel en el colectivo que decía: 'hoy me jubilo, aplausos por favor', así que todo el pasaje me saludaba, me felicitaba", recordó.

Pero, el momento más emocionante fue al llegar a la terminal y ver que lo esperaban sus compañeros de la empresa y toda su familia.

"No me esperaba que estuviera mi esposa y mis hijos, eso me emocionó. También me recibieron con bengalas y mucha espuma", contó y añadió: "Me lo tomé con calma, hasta el momento de llegar a la cabecera y ver todo lo que prepararon porque se escuchaban cohetes y hasta una murga".

Salir por la puerta grande es lo que se había propuesto Fernando desde siempre y así fue: "Me dijeron que las puertas de la empresa estaban abiertas para lo que necesitara y me llevo ese reconocimiento de los jefes y de mis compañeros".

Respecto a como se prepara para su vida sin el colectivo, adelantó que visitará su provincia natal donde se quedará varios meses para descansar y luego le gustaría dedicarse a la reparación de lavarropas que es uno de los oficios en los que se preparó para este momento.

"Poder ir a los cumpleaños o a alguna reunión nocturna sin tener que irme temprano por mi trabajo y dedicarle más tiempo a la familia es lo que más voy a disfrutar, aunque estos dos días que no trabajé sigo despertándome a la madrugada como desde hace más de 10 años".