Sandro, del disco roto a la consagración en toda América

rescate emotivo. La carrera del Gitano comenzó en una accidentada función escolar y pocos años después se convertía en un ídolo de masas. 

"Yo sé que una verdad a medias no es una verdad. Y la verdad absoluta es que tampoco estaba muy convencido, opiniones familiares aparte, de que realmente quería llegar a ser doctor y poner una chapa en la puerta de casa", contó Sandro en una entrevista con Así, allá por noviembre de 1969.

En la misma revista también decía: "Yo abrigaba, un poco secretamente, otras intenciones. Por ejemplo, llegar a convertirme en cantante y actor de cine. Eso de cantar me había agarrado de chico". 

Sandro fallecía el 4 de enero de 2010, hace 13 años, y su infancia, como otros tantos chicos, tenía de ídolo a Elvis Presley y el sueño de ser como el "Rey del Rock & Roll". 

El rock en la vida de este artista llegó en su más tierna edad. Sandro quedó obnubilado, como muchos jóvenes de su tiempo, con la figura de Elvis Presley, a quien comenzó a imitar en los '50, mientras estaba en la Primaria.

Según da cuenta la leyenda, su debut fue el Día de la Independencia Argentina, el 9 de julio de 1957, en el acto de su escuela, cuando su maestra de 6º grado lo invitó a realizar su conocida imitación de Elvis. 

El futuro ídolo tenía que simplemente tenía que hacer una fonomímica, pero hubo un imprevisto técnico con la reproducción del disco y completó el resto del tema cantándolo a capela, llevándose su primera ovación.

"Cada vez que se organizaba un festival en el barrio trataba de prenderme. Pero como cantante arrancó el día del disco roto. Intervine en un festival donde mi función se limitaba a aparecer en el escenario e imitar los gestos de Elvis Presley, mientras de las bambalinas se pasaba un disco. Todo andaba bien, hasta el momento fatal en que no sé por qué causas el disco, que era de pasta, de 78 revoluciones, se partió a la mitad", contó Sandro sobre aquella primera vez sobre el escenario.

Antes el inesperado hecho el joven Roberto Sánchez tomó la audaz decisión de seguir cantando, para salvar la situación y no le fue nada mal. 

"Ante la nada vistosa alternativa de seguir gesticulando en silencio, empecé a cantar. Según me contaron después, las cosas no habían resultado del todo mal. Fue un alivio", contó. 

Ese accidentado debut llevó a que en los años siguientes el "Gitano" formara diversos grupos, como Los Caniches de Oklahoma y otras formaciones. 

Todo transcurrió hasta que a principios de los '60 capitaneó a Los de Fuego, con los que alcanzó la popularidad como un exponente local del "Rey del Rock and Roll", aunque Sandro fue mucho más que eso y tuvo su propia impronta.

Sandro, desde su voz, su ropa de cuero y su desenfreno en escena, fue una versión más poderosa y sexual del rock de salón de otros exponentes locales, que mostraban una personalidad más políticamente correcta y sin escandalosos movimientos de pelvis.

Ya en segunda mitad de los '60 Sandro colgó en el ropero a su campera de cuero para comenzar a lucir un elegante smoking. El cambio de vestuario fue en paralelo a un nuevo estilo en su carrera, ligado la canción romántica, donde también mostró su talento como compositor.

Este viraje lo proyectó a nivel internacional, a ser reconocido en toda América y a aumentar notoriamente su público. También lo llevó a protagonizar 15 películas, llegando a dirigir algunas de ellas, que eran una buena excusa para promocionar sus canciones.

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