"El perro verde": Jesús Quintero, un entrevistador diferente
tv retro. El andaluz rompió los moldes en España y en Argentina y por su ciclo pasaron desde Jorge Luis Borges a Diego Maradona y Charly García.
"El perro verde" fue un programa de televisión de entrevistas al mando de Jesús Quintero, que se emitió desde Sevilla durante 1988 en TVE y luego fue un furor en la Argentina.
El periodista andaluz empezó a ser reconocido en España por un muy influyente e imitado programa radial nocturno llamado "El loco de la colina".
A lo largo de su carrera, hizo más de 5 mil entrevistas, a personajes tan importantes y diferentes entre sí como Diego Maradona, Eduardo Galeano, Arturo Pérez-Reverte, Facundo Cabral, el subcomandante Marcos, Jorge Luis Borges, Antonio Escohatado, Antonio Banderas, Felipe González, Baltasar Garzón, Pepe Mujica y Joaquín Sabina.
En la Argentina, pasaron en 1989 por "El perro verde" figuras como Charly García y Nacha Guevara o el asesino serial Carlos Robledo Puch, al que entrevistó en el penal de Sierra Chica, reiterando la idea, ya puesta en el aire en España, de conectar a los espectadores, también con la psiquis de ladrones, delincuentes y homicidas.
Pero también entrevistó a personas absolutamente desconocidas para los espectadores, inspirando del trabajo que luego haría, también en ATC, el recordado Fabián Polosecki con "El otro lado", y se dio el gusto de preguntarle y preguntarle a un invitado que no contestaba nada… porque era mudo.
Para su programa, encargó comprar un perro golden retrevier llamado "calma de valle negro", que se quedaba quieto y manso junto a él en las entrevistas. La cámara a veces tomaba al can para enriquecer las imágenes en la intervención del periodista y su entrevistado, mientras que un iluminador dirigió un haz de luz verde sobre el animal, lo que dio más variedad y estética a la imagen.
El periodista mostró su forma interesante era capaz de usar el silencio para lograr que sus entrevistados salieran de sus zonas de confort.
Era una técnica, vinculada a su interés por el psicoanálisis, que consistía en que el peso de la responsabilidad al producirse un bache en la entrevista no cayese sobre el profesional al mando del programa, sino sobre su invitado, que entonces se sentía impelido a interrumpir el silencio, que se había convertido en estridentes, en situaciones por momentos teatrales.
"Los silencios fluyen de manera natural…", explicó hace años en una entrevista, sabiendo que su caso se estudiaba en las carreras de Comunicación.
"Cuando el entrevistado dice una tontería, el silencio lo demuestra. Cuando el entrevistado dice algo interesante, el silencio también lo demuestra. Lo fundamental es ser honrado y transmitir verdad", explicó.
En un momento en que volvió a Buenos Aires para hacer un programa radial llamado "El lobo estepario", afirmó: "Para mí la radio es el lugar en el que más cerca está uno de ser uno. Es más individual, más creadora y más imaginativa. Uno pone la voz y el oyente el decorado. Los personajes tienen más tiempo para hablar, no como en la televisión, donde ya no es posible ver una entrevista de más de tres minutos".
Este influyente periodista, que dejó su huella en la Argentina, está alejado de los medios desde hace tiempos y sus 80 y tantos permanente en la Residencia Nuestra Señora de los Remedios de Cádiz.
