Julio Grigera: arraigo y pasión de ser lomense

HISTORIA PURA. El tataranieto de Tomás Grigera dio más detalles de cómo eran las juntadas familiares, con aproximadamente 300 personas. La responsabilidad de honrar el apellido.

Un nuevo aniversario de Lomas pasó, pero el recuerdo de los fundadores se mantiene más vivo que nunca, como así también increíbles anécdotas. Julio César Grigera (83) es tataranieto directo de Tomás Grigera, quien junto a Victorio fueron personajes fundamentales para la creación de la localidad: el lomense contó sobre su infancia y las famosas reuniones familiares, en donde llegaron a juntarse cerca de 300 descendientes de Grigera, además de la emoción de vivir en el mismo suelo que con tanto sacrificio prepararon sus antepasados.

Julio nació en 1939 y se crió en una casa ubicada en la calle Alvear, entre Las Heras y Larrea. "Laprida y la actual Hipólito Yrigoyen, que en ese momento se llamaba Martín Rodríguez, eran las calles principales de Lomas cuando yo era chico", rememoró, y rápidamente comparó: "La Plaza Grigera estaba muy cambiada a como se la ve ahora, sin tanto cemento. Antes había más árboles y plantas, además de una glorieta cercana a la calle Manuel Castro".

El lomense contó que, los fines de semana, era casi un hecho que la familia se juntaba a almorzar y, luego, iban todos juntos a la cancha de Banfield: "La mayoría de los Grigera eran y somos del 'Taladro'. Ya van cuatro generaciones de dirigentes en el club, yo llegué a ser presidente", reveló, entre risas.

La mayoría de los Grigera eran y somos del 'Taladro'. Ya van cuatro generaciones de dirigentes en el club, yo llegué a ser presidente.

"En las reuniones familiares escuché hablar de Don Tomás y de Victorio Grigera. Siempre recordamos a nuestros antepasados y los honramos. Ellos nos dejaron como herencia el trabajo y la honradez, a ser gente de bien", explicó Julio sobre la importancia de esas "Grigereadas".

Dichas juntadas, según contó Julio, se llevaban a cabo en las propias casas de los familiares, aunque también se desarrollaban en algunos clubes de barrio como el Club Buchardo de Banfield, el Club Río del Sud o en la Sociedad Popular de Educación. "Llegamos a juntarnos cerca de 300 familiares, de todos lados", admitió, con gran orgullo de llevar el apellido Grigera.

En las reuniones familiares escuché hablar de Don Tomás y de Victorio Grigera. Siempre recordamos a nuestros antepasados y los honramos. Ellos nos dejaron como herencia el trabajo y la honradez, a ser gente de bien. Llegamos a juntarnos cerca de 300 familiares, de todos lados.

"La historia de Don Tomás Grigera la conocí a través de los relatos. Era agricultor y fue el creador del primer Manual de Agricultura. Muy reconocido por los vecinos, era un caudillo y hasta participó de la defensa en las invasiones inglesas", caracterizó a su antepasado, que también es recordado por haber participado en 1811 del "Movimiento de los orilleros", una marcha que tenía como destino Plaza de Mayo en apoyo de la facción del presidente de la Junta Grande, Cornelio Saavedra.

Tomás se convirtió en la primera generación de los Grigera en nacer en suelo argentino, siendo hijo de Bernardo Grigera (español) y Clara Romero (criolla). Según su descendiente, era proveniente de lo que se denominaba "Las Quintas", es decir, los suburbios de Buenos Aires y luego, ya en Lomas, vivió en los alrededores de la intersección de Pereyra Lucena e Hipólito Yrigoyen.

Tomás se convirtió en la primera generación de los Grigera en nacer en suelo argentino, siendo hijo de Bernardo Grigera (español) y Clara Romero (criolla).

"Tenemos parentesco con la familia Portela ellos también son una familia fundadora de Lomas. Grigera y Portela se entrelazaron y de ahí nace la familiaridad", dijo, y también aclaró que los apellidos Adrogué, Leguizamón, Oliver o Iberra, entre tantos otros, fueron importantes para el crecimiento de la localidad.

"Estoy orgulloso de haber nacido en Lomas y de reconocer a todos estos hombres que pusieron su granito de arena para que la localidad sea lo que es hoy", cerró, emocionado.