Canta y se gana la vida en el Roca: "En el tren tuve grandes satisfacciones"

PASIÓN Y SACRIFICIO. Marcelo Navarro recorre los ramales hace 30 años. También se la rebusca como gasista, pero dijo que "si me llaman para un show, dejo todo y voy a hacer música".

Marcelo es un agradecido a los pasajeros- Me gusta llevarle arte y cultura a la gente

Marcelo es un agradecido a los pasajeros: "Me gusta llevarle arte y cultura a la gente".

Música sobre rieles y vagones, esa es la pasión de Marcelo Navarro, o más conocido como "Marcelo del Roca", un artista que hace más de tres décadas que alegra, entretiene y se gana la vida en todos los ramales del ferrocarril más extenso de Buenos Aires. Navarro dialogó con Diario La Unión y le contó sobre sus inicios, lo que significa para él el público ferroviario y las sensaciones al cantar para los pasajeros que se suben en las distintas estaciones.

Marcelo nació hace 52 años en La Plata, pero de chico se crió en Temperley. La música se le apareció de manera muy temprana en su vida, ya que a los nueve años hizo unos recitados criollos en una jineteada gracias a los payadores Waldemar Lagos y Juan Carlos "Indio" Bares.

"Cuando era adolescente empecé a trabajar en una fábrica, pero me quedé sin empleo. Lo único que tenía como herramienta era mi guitarra, entonces a los 20 años decidí salir a cantar y me subí al tren", rememoró sobre sus inicios en los vagones del Roca.

Cuando era adolescente empecé a trabajar en una fábrica, pero me quedé sin empleo. Lo único que tenía como herramienta era mi guitarra, entonces a los 20 años decidí salir a cantar y me subí al tren.

Folklore, tango, mariachi y algo de rock es el repertorio que maneja Navarro, aunque se adapta a tocar y a cantar "lo que pide la gente". Además, es parte del dúo "Amanecer Guitarrero" con Matías Arias, grupo con el que forman parte de la embajada cultural de Boca Juniors.

Actualmente, Marcelo vive en Ezeiza y explicó que se levanta a las seis de la mañana ya que "a las ocho ya estoy cantando arriba del tren". "Arranco en la estación de Ezeiza, voy hasta Constitución y vuelvo hasta La Plata o Glew, pasando tres o cuatro veces por día por la estación de Lomas", contó. Inmediatamente le dedicó unas palabras a su público ferroviario: "Es hermoso, maravilloso y me siento valorado. La gente es muy solidaria y arriba del tren tuve grandes satisfacciones, desde la colaboración de un nene con propina, la palabra de una abuela agradeciéndome porque le alegré el día o el regalo de un vendedor ambulante, que me dio morrones porque era lo único que tenía para ofrecerme".

La gente es muy solidaria y arriba del tren tuve grandes satisfacciones, desde la colaboración de un nene con propina, la palabra de una abuela agradeciéndome porque le alegré el día o el regalo de un vendedor ambulante, que me dio morrones porque era lo único que tenía para ofrecerme.

"El tres es mi medio de vida, ya que gracias a eso también me contratan para cantar y tocar en distintos eventos. Eso es una caricia al alma", contó, muy agradecido de la oportunidad que le brindan los propios pasajeros. Los lomenses que quieren saber más de Marcelo pueden encontrarlo en Facebook, Instagram o su canal de YouTube.

Cabe resaltar que Marcelo también se la rebusca a diario como gasista, aunque dejó en claro de que "si estoy trabajando en alguna instalación de gas y me llaman para hacer un show, dejo todo y me voy a cantar".

"La música es un trabajo espiritual. Considero que cada uno hace esa labor en distintas circunstancias, algunos en un escenario y otros en una cantina o en un tren. Me gusta llevarle arte, cultura y tranquilidad a la gente", cerró, emocionado.

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