Nicolás Maciel, una historia que arrancó en el barrio y llegó a la Primera

Alto Rendimiento. Con el apoyo del Municipio y jugando al hockey en la Liga Milflores con el club de su barrio, el pibe de Budge llegó a la Primera de Banfield.

Romper con los estereotipos, apostar por un deseo, entrar al deporte desde el ámbito inclusivo y hoy llegar a ser un profesional con apoyo del Estado. La historia de Nicolás Maciel podría haber sido una más de un chico de Ingeniero Budge, pero hoy es una referencia a nivel local alrededor de la importancia de acompañar y sostener los sueños de los más chicos.

Con poco más de una decena de años, Nico acompañaba a su hermana a los entrenamientos de hockey, un deporte erróneamente vinculado a clases sociales más altas y exclusivo de las mujeres. En ese entonces descubrió su pasión y decidió saltar la barrera de lo impuesto, siendo solo un pibe de barrio y jugando a algo diferente al fútbol. Y bien que hizo.

Arrancó en 2016 en el Club Lucero que hace de local en el Polideportivo de Puente la Noria (que inauguró el Municipio en 2017) y no paró. "En ese entonces tenía 12 años, arranqué viendo cómo entrenaba mí hermana y me empezó a gustar. Iba seguido a ver, solo que no me animaba a jugar por 'el qué dirán' de las personas, porque hockey era de mujeres y fútbol de varones, entonces ese era mi miedo. Hasta que un día fui y faltaba un jugador para un picadito entre todos y me prendí. Cuando salimos me dijeron que empiece a ir y así fue, empecé a entrenar y desde ese entonces no paré", contó Nicolás.

Hasta 2018 participó de entrenamientos y partidos amistosos, pero sin jugar por los puntos ya que no existía una liga de varones. Y otra vez la participación ciudadana con apoyo del Estado marcó la diferencia. "La Unión Hockey del Sur (a través de la Liga Milflores de hockey social que apoya el Municipio) decidió hacer una categoría de caballeros para que puedan participar, también con el propósito de que vean que el deporte no tiene género y ahí empecé a competir", agregó.

Multicampeón con Lucero, se convirtió en un jugador decididamente serio y proyectable, por lo que en 2021 decidió dar el salto y hacer una prueba en el hockey del Club Banfield, un equipo destacado de la región. Y, lógicamente, quedó. "En septiembre del año pasado fui a probarme y quedé. Tuve la oportunidad de aprender muchas cosas nuevas y después de jugar cuatro partidos en Quinta División me citaron para jugar en Primera y ahí empecé hacer el doble turno de entrenamiento ya que practicaba con mi categoría y también con plantel superior", explicó.

La historia de apoyo del Estado ya podría haberse cerrado con el arribo de Maciel al Taladro porque el club cuenta con las herramientas para convertirlo en un profesional de primera línea. Pero el Municipio decidió asegurarse de que además de ser un profesional, sea uno de los mejores y lo incluyó en el equipo de atletas de Alto Rendimiento.

"Hace tres semanas me salió lo del programa de Alto Rendimiento que va de la mano con el hockey de Banfield para poder ayudarme físicamente y mentalmente para ser un mejor jugador. Para mí es una gran ayuda y una muy buena oportunidad que no voy a desaprovecharla", valoró Nico que tiene a su disposición la compañía de un psicólogo deportivo, nutricionistas, kinesiólogos, masajistas y profes particulares.

Con una agenda recargada de actividad, siempre alrededor del hockey, el deportista que hoy ya tiene 19 años entrena martes y jueves en el Gimnasio de Alto Rendimiento del Parque de Lomas, y miércoles y viernes en el predio de Banfield con el plantel de Primera y de Quinta. Luego, los fines de semana. Una dedicación 100% a lo que le gusta, tal como lo imaginó en aquel primer contacto con el palo y la bocha. "Voy a estar agradecido el resto de mi vida por todo el apoyo que me dieron y estoy muy contento con este presente que me toca vivir. Me dieron una oportunidad y la tomé y ahora quiero sacar lo mejor de mí y crecer día a día en este deporte", concluyó.