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El skateboarding de Lomas tiene dos talentos con futuro

Del Sur al mundo. Lucero Enterrio, de 21 años, y Morena Domínguez, de 12, son integrantes del equipo local, entrenan en el Parque Eva Perón y proyectan sus carreras.

Morena y Lucero entrenan en el Parque de Lomas

Morena y Lucero entrenan en el Parque de Lomas.

Desde los últimos Juegos Olímpicos de Tokyo, el skateboarding ya es considerada una disciplina competitiva más a la par de otros deportes tradicionales. El crecimiento es innegable y se expande a lo largo y ancho del planeta. Argentina no es la excepción y, en Lomas, dos jóvenes se destacan y se proyectan a futuro.

Se trata de Lucero Enterrio, de 21 años, y Morena Domínguez, de 12, quienes entrenan desde hace algunos meses en el Parque de Lomas y vienen creciendo a pasos agigantados. Vecinos de Banfield y Lomas respectivamente, encontraron un grupo de trabajo en el equipo de Alto Rendimiento para poder desarrollarse física, mental y deportivamente.

En el caso de Lucero, arrancó con 9 años por herencia familiar. "De chiquito ya tenía mi skate porque mi papá andaba también desde chico y siempre le gustó. Digamos que heredé esa pasión. Él no me impuso andar en skate ni nada sino que yo por las mías me copé y me gustó. Recuerdo que fuimos a una pista en Bernal y 'flashe'. Ese día fue increíble, quedé fanatizado con lo que era el skate y a partir de ahí empecé a salir con él a las pistas los fines de semana. Después cuando crecí un poco y empecé a moverme solo, fui conociendo gente y lugares para andar y ahí empezó todo", contó.

Para Morena, la historia también arrancó casi desde la cuna. Una tabla de regalo cuando tenía 2 años encendió la mecha de lo que hoy es una parte fundamental de su día a día. "De chiquita empezó a andar sentada hasta que a los 4 años en un verano en Mar del Plata la llevamos a un skatepark muy conocido y ahí empezó a pararse, a impulsarse, con ayuda a tirarse. Desde ese momento, cuando volvimos comenzó clases en la plaza de Escalada. El crecimiento fue tan rápido que empezamos a llevarla a pistas en Capital Federal, ya que tomé clases en distintos lugares, con distintos terrenos y obstáculos", contó Mailén, la mamá.

Por estos días, More entrena con Gerardo Delfante y Lucero con Mauro Núñez, cabeza de equipo de entrenadores de Alto Rendimiento de Lomas. Si bien no hay actividad de skate de la Secretaría de Deportes, ellos practican y entrenan en diferentes skateparks de Buenos Aires y el interior del país. Además, participan en los torneos que arma la Federación Argentina de Skateboarding y los eventos que hacen las marcas que son fundamentales para darles apoyo y que logren profesionalizarse en la disciplina.

Más allá de eso, ambos entienden al skateboarding más como un modo de vida que como una competencia. "El tema de los torneos es diferente a cómo se da en otros deportes. El skate no es tan competitivo, es más unión y pasarla bien entonces me pasó que muchas veces iba más por eso que para ganar. Iba a Córdoba, por ejemplo, y el campeonato era un punto de encuentro a parte de tratar de probarse y mostrar lo que uno hace. Empecé a competir más para mostrar lo que podía hacer y hacerme conocido. Hacerlo profesional nunca fue una opción, sino que se fue dando de a poco, fue fluyendo cuando aparecieron marcas y apoyo. Y si bien hoy no soy profesional, estoy tratando de llevar a cabo una carrera más pro porque es lo me gusta hacer y lo que me apasiona", contó Lucero, el más grande de los dos. Él también tiene proyectado viajes a Europa en los próximos meses para seguir ganando ritmo de competencia y reconocimiento mundial.

En cuanto a Morena, durante este verano participó de una competencia en Miramar donde logró grandes rendimientos y suele sumarse a eventos que realizan los grupos de skate femenino (Girls Invasion y Skate Chikar) de los cuales forma parte. "Esté bueno que al ser tan chica ya pueda entrenarse a un nivel más profesional, con otros cuidados y otra proyección. A partir de entrenar en Lomas tuvo un crecimiento notable en lo físico, de fuerza de piernas, mejorías en su alimentación que le genera cambios de hábitos, un compromiso enorme con lo suyo, es fundamental para su desarrollo deportivo todo este apoyo. En la competencia en Miramar pudo probarse con otras chicas del país y de Chile y le fue bien entonces le dio fuerza y seguridad porque se vio a la altura de las que competían", agregó Mailén.

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