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Incidentes y heridos en el Clásico de Almirante Brown

En Burzaco. El partido estuvo detenido más de 50 minutos por el cruce entre la hinchada de San Martín y la policía. Hubo detenidos y comunicados entrecruzados.

Fue una tarde agitada en el Francisco Boga

Fue una tarde agitada en el Francisco Boga.

El clima estuvo caliente en Burzaco por el Clásico de Almirante Brown. Con cruces entre los hinchas de San Martín y la Policía, y con los allegados de Claypole en medio, hubo incidentes, balas de gomas, heridos y detenidos.

Al finalizar el primer tiempo, el Tambero ganaba 1 a 0 con el tanto de Javier Monzón. Los jugadores se fueron a los vestuarios y allí empezó el problema. Un grupo de hinchas del Azul quiso ingresar al campo de juego por lo que la Policía tuvo que intervenir para evitarlo. Allí se dieron algunas corridas, hubo balazos de goma que causaron al menos un herido (un simpatizante de 36 años fue trasladado hacia un centro de salud de la zona debido a que presentaba una herida de bala de goma en una de sus piernas) y detuvieron a cuatro hinchas (uno de 22 años, uno de 29 y dos de 33), quienes fueron trasladados a la dependencia policial.

Tras el acuerdo entre Aprevide, la seguridad y las autoridades de ambos clubes, se decidió reanudar el partido. El resto es conocido: Claypole aumentó la ventaja, pero San Martín logró darlo vuelta y ganarlo 3 a 2 sobre la hora.

Como consecuencia de estos hechos, se labró una causa que quedó en manos de la UFI Número 3 a cargo del Dr. Latorre, quien dispuso que se labren actuaciones y que se cumplimenten las diligencias de rigor. Y desde ambos clubes elevaron comunicados.

San Martín puso el foco en el accionar de la Policía repudiando los balazos de goma hacia la tribuna. "Repudiamos enérgicamente y en conjunto el accionar represivo de la Policía de Burzaco con heridos de balas de goma, familias enteras prepoteadas dentro y fuera del estadio, persecución como en la triste época de la dictadura militar. Pedimos se revea éste tipo de actos, cuidando a los niños a las mujeres, a los socios y a la hinchada en general", dice el texto que publicó la cuenta oficial del club acompañando a las agrupaciones Socios de Sanma, Mi Loca Enfermedad y 25 de noviembre.

Desde Claypole hicieron un repaso de la situación vivida y cuestionaron el haber esperado la finalización de los disturbios en un "vestuario de baby fútbol". "Ni Claypole ni sus dirigentes tenían la potestad de suspender el partido (?) el árbitro, luego de reunirse con el jefe del operativo y ante el llamado de gente del APREVIDE, entendió que estaban dadas las condiciones para que el cotejo continuase", señalaron.

El comunicado, agrega: "Es lamentable que los allegados de Claypole sean perseguidos por gritar un gol y los jugadores locales hayan ido a gritarlo a los suplentes de Claypole, y que también se grite de manera directa a los allegados. Se ve que un grito de un espacio a 70 metros genera más violencia que un grito de gol en la cara del contrincante".

Y finaliza: "Si se hubiese decidido irse del campo y no salir más, Claypole se habría arriesgado a exponer los puntos en juego, y la sanción a la institución (se quiso evitar otro San Jorge de Tucumán, equipo que sufrió las sanciones de pérdida de categoría, multa económica equivalente a 300 entradas y suspensiones)".

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