De Lomas a Jujuy: juntó y llevó 400 kilos de libros para armar una biblioteca 

Solidaridad. La narradora lomense Graciela Joaquín y un grupo solidario armaron un espacio físico para la lectura en La Ciénaga, una localidad de apenas 120 habitantes.

Solidaridad de Lomas a La Quiaca, y un poco más. La narradora oral Graciela Joaquín se unió en una emocionante movida que proyectó el grupo ALCO (Alegría al Corazón), la cual consistía en armar una biblioteca para La Ciénaga, un pequeño pueblo de 120 habitantes que se encuentra a más de 3.500 metros de altura y a apenas un kilómetro de la frontera con Bolivia: la lomense juntó 400 kilos de libros y los llevó personalmente para que se pueda cumplir el sueño de armar el espacio físico. Además, narró cuentos y leyendas para para grandes y chicos, con el objetivo de que se encariñen con la lectura. "Una experiencia inolvidable", dijo, muy conmovida.

Graciela nació en Jujuy y hace 35 años que vive en Buenos Aires, pero nunca se olvidó de su lugar de origen y "siempre pienso en sus necesidades, cada vez que puedo los ayudo en La Quiaca y sus alrededores".

Enciclopedias, diccionarios, colecciones de Gabriel García Márquez, Edgar Allan Poe y Mario Vargas Llosa, libros contemporáneos y cuentos infantiles son algunos de los ejemplos de la colección que recibió la "Juje": en muy poco tiempo juntó 29 cajas, es decir, 400 kilos de libros.

Hace dos años la narradora oral lomense conoció por las redes sociales a un grupo de chicos solidarios que se llama ALCO (Alegría al Corazón), quienes realizan constantemente obras de servicio por La Quiaca y alrededores gracias a la colaboración de la comunidad. "Leí que estaban con la intención de armar una biblioteca para un pueblo aislado llamado La Ciénaga, bien al límite con Bolivia y al cual es muy difícil llegar por contar con caminos muy sinuosos y de montañas", empezó a contar Joaquín.

"Como soy narradora y estoy conectada con la literatura, decidí ayudar a este lugar de 100 o 120 habitantes. Publiqué en mi Facebook y me empezaron a escribir de todos lados. Así recibí libros de todo tipo", dijo Graciela, muy entusiasmada y aún emocionada por lo que vivió.

Los iba a llevar en marzo de 2020, pero la pandemia me lo impidió y la obra se pudo concretar recién el pasado fin de semana. Al llegar al pueblo nos recibió Benito Casimiro, el delegado de la comunidad aborigen, y directora de la escuela primaria. No podían creer que habíamos ido personalmente a ayudarlos.

Enciclopedias, diccionarios, colecciones de Gabriel García Márquez, Edgar Allan Poe y Mario Vargas Llosa, libros contemporáneos y cuentos infantiles son algunos de los ejemplos de la colección que recibió la "Juje": en muy poco tiempo juntó 29 cajas, es decir, 400 kilos de libros.

"Los iba a llevar en marzo de 2020, pero la pandemia me lo impidió y la obra se pudo concretar recién el pasado fin de semana. Al llegar al pueblo nos recibió Benito Casimiro, el delegado de la comunidad aborigen, y directora de la escuela primaria. No podían creer que habíamos ido personalmente a ayudarlos", relató la lomense.

"Les conté que era narradora y me pidieron que me quede a hacer mediación lectora con los chicos y también con los grandes. Mucha gente no sabía leer, pero nos comunicamos a través de la palabra y de las imágenes, fue una experiencia maravillosa", contó Graciela, quien incentivó a toda esa comunidad a tener contacto con los libros y hacerse amigos de ellos.

Al irme, vi que la biblioteca estaba llena de chicos y ahí supe que el objetivo estaba cumplido. Todos entendieron el mensaje y eso me dio paz. Esta obra fue cumplir un sueño y no hay nada más lindo que la solidaridad.

Cabe destacar que la biblioteca popular "Pablo Campillo" se fundó en noviembre de 2019, pero apenas tenía un estante. La ayuda de Graciela y todas las manos solidarias que se sumaron a la movida fueron determinantes para que este espacio cultural tenga la diversidad de libros que se necesitaba desde un principio y así todos puedan disfrutar de la lectura.

"Al irme, vi que la biblioteca estaba llena de chicos y ahí supe que el objetivo estaba cumplido. Todos entendieron el mensaje y eso me dio paz. Esta obra fue cumplir un sueño y no hay nada más lindo que la solidaridad", concluyó.