La Unión | LOMAS

La iniciativa de una pizzería lomense para sobrellevar la cuarentena

EL SERVICIO PUERTA A PUERTA, FUNDAMENTAL . Diego Arismendi y su madre Mirta, de 75 años, se esforzaron para superar la difícil situación económica producida por la pandemia, y sumaron algunas propuestas. ?Ojalá podamos volver en algún momento, el restorán es algo que llevamos adentro?, aseguró.

 

El restaurante pizzería Del Sol se reinventó en tiempos de pandemia para poder trabajar. Los rubros de la fiambrería y la quesería fueron los apuntados para añadir al local, sin dejar de lado la venta de comida. Gracias al servicio puerta a puerta habilitado en Lomas hace algunos días, tanto Diego Arismendi como su mamá Mirta tratan de  sobreponerse a la delicada situación.

Ubicado en la calle Acevedo, frente a la Cámara de Comercio, el actual local antes funcionaba como pizzería y contaba con más de 25 años de experiencia en el barrio, pero tuvieron que cambiar obligadamente por culpa de la pandemia. “Respetamos la cuarentena un mes y ya después teníamos que hacer algo, entonces se nos ocurrió recurrir a la alternativa de abrir una fiambrería y quesería, mientras paralelamente vendemos comida por delivery”, contó el lomense.

Con el reciente permiso y la autorización de poder utilizar la modalidad  take away, es decir, el servicio puerta a puerta, el restaurante trabaja con un mayor caudal de pedidos: “Nos llaman, nos hacen el encargue y se lo dejamos listo para la hora que lo solicitan”, añadió Arismendi.

Diego admitió, con cierto tono de angustia al contar la historia, que cambiar de rumbo fue muy triste: “Tuve que sacar las sillas y las mesas para poner heladeras, sinceramente no lo podía creer. Y mi mamá (Mirta Ferrari) mucho menos, tiene 75 años y trabajaba con nosotros, pero ahora no puede venir. Con este cambio mantuvimos la fuente de empleo”.

Doce empleados trabajan en el lugar, capacitándose permanentemente para cumplir rigurosamente con el protocolo de seguridad y, así, continuar llevando a cabo el empleo.

“Antes, con mi mamá y papá, teníamos una pollería, después pasaron a una verdulería y, por último, se inclinaron por la gastronomía. Siempre fuimos comerciantes de Lomas”, recordó Diego sobre la pasión que le inculcaron sus padres y uno de los motivos por los que siguió sus pasos.

“Esperemos que en algún momento podamos volver a la pizzería, esto lo llevamos bien adentro, son muchos años en la movida”, sostuvo Arismendi, quien aclaró que las nuevas remodelaciones en el local lo hacen lucir “raro”.

Al teléfono de línea (42928360), fiel método para levantar pedidos, ahora se suma el 1170062779 para WhatsApp y el Instagram.

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