La Unión | LOMAS

Entregaron donaciones al Hogar Fátima Catán

Solidaridad. Las vecinas que se encuentran en situación de vulnerabilidad en medio de la pandemia recibieron productos de higiene menstrual, alimentos y otros insumos.

El Colectivo de Mujeres Lomenses entregó donaciones de alimentos y productos de higiene menstrual al Hogar de Protección Integral Fátima Catán de Fiorito para ayudar a las víctimas de violencia de género y a las vecinas de distintos barrios del Distrito que se encuentran en situación de vulnerabilidad en medio de la cuarentena.

La institución recibió unas 100 copas menstruales, toallas femeninas y otros tipos de insumos, según informaron desde la Secretaría de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Se trata de recursos que fueron recolectados en el marco de la campaña solidaria que lanzó el Colectivo de Mujeres a mediados de abril para colaborar con quienes más lo necesitan.

El Colectivo de Mujeres está conformado por militantes organizadas que se juntan y suman voluntades para planificar acciones destinadas a garantizar la igualdad, inclusión y asistencia de las vecinas de Lomas que más lo necesitan ante distintas problemáticas.

"En este contexto, los recursos son escasos y las mujeres que están en una situación de mucha vulnerabilidad, necesitan insumos básicos, como insumos de gestión menstrual que son altamente costosos", explicaron desde el Colectivo. Una copa menstrual puede costar desde los $1.250, aunque hay algunas mucho más caras e importadas que superan los $2.000.

Las copas que recibió el Hogar Fátima Catán fueron fabricadas por MaggaCup y son de producción nacional. "De esta forma, muchas van a poder acceder gratuitamente a este producto, que es mucho más saludable y sustentable. Duran varios años y evitan la generación de toneladas de basura no reciclable", explicaron.

Las copas menstruales desde hace tiempo se instalaron como una moda y una alternativa más sana, ecológica y simple que las tradicionales toallitas y tampones.

La copa es un recipiente de silicona que se puede doblar como una C para introducirse dentro de la vagina, como si fuera un tampón. Gracias a su elasticidad, se adapta a las paredes vaginales y junta todo el flujo, pero no lo absorbe. Es por eso que después de cada uso, se vacía, se limpia y se seca, y luego se puede reutilizar durante años.

"Las copitas representan un cambio de paradigma en la gestión menstrual, más saludable, más económico y más sustentable", señalaron. "Su uso es beneficioso para la salud, porque no ingresan en el cuerpo tóxicos que tienen las toallitas o tampones, es sustentable y amigable con el ambiente, y es económico porque una copa tiene una vida útil de 10 años", comentó Marina Lesci, presidenta del Concejo Deliberante local, después de la visita que realizó al hogar en el marco de "la semana internacional de acción por la salud de las mujeres".

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