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Nahuel Benavente, defensor de San Martín, se puso al hombro la empresa familiar

No tiene descanso. Mientras espera que se resuelva del futuro del fútbol, el marcador central trabaja en dos  obras para el Municipio de Ensenada con la firma que hasta hace poco encabezaba su papá, quien ahora debe cuidarse de la pandemia. Construyen un Hospital Municipal.

El día que se decretó en el país el aislamiento social, preventivo y obligatorio, el 19 de marzo, cambiaron las prioridades para el defensor Nahuel Benavente, uno de los pilares de San Martín de Burzaco. Y es que de preocuparse por defender el arco de su equipo frente a un ataque del rival, pasó a colaborar frente el avance de otro rival, uno más duro, el Coronavirus.

El zaguero central se puso al frente -junto a su hermano- de la empresa que posee con su familia, encargada de trabajos de herrería, y actualmente fue contratada por el Municipio de Ensenada para realizar distintas obras. Una de ellas es en el Hospital Municipal que están construyendo en un edificio que funcionaba como hotel y ahora tendrá 50 camas.

“Nosotros ya estábamos haciendo trabajos para el municipio, pero cuando apareció lo de la pandemia empezaron a darle prioridad a otras cuestiones y fuimos contratados para hacer cambios de chapas en galpones donde guardan mercadería e insumos, y también trabajos en el hospital nuevo, con las tapas de los tanques, puertas y arreglos de cosas que estaban viejas”, comentó Benavente en una charla con Diario La Unión.

Desde que se decretó la emergencia sanitaria, sumado a que se frenó la actividad deportiva, el marcador central tuvo que cambiar su rutina habitual y se enfocó plenamente en el emprendimiento familiar, que está a cargo de su papá, pero que ahora, debido a que se encuentra dentro de un grupo de riesgo y debe quedarse en su casa, quedó a cargo de él y de su hermano. Y como todo deportista, no le escapa al desafío. Es que a los temas administrativos que sigue haciendo habitualmente para que todo funcione de la misma manera, ahora le agregó los trabajos en la obra.

“Trato de ir en los momentos en los que se necesita más personal y así dar una mano, ya que sigo encargándome del tema de los trámites. Y cuando voy, trabajo a la par de los muchachos porque conozco el oficio, lo hice muchos años con mi viejo, y si bien me cuesta un poco más, el cuerpo tiene memoria y lo hago”, remarcó Benavente.

A esta realidad, impensado meses atrás con la llegada del Coronavirus, el defensor la vive de manera particular, con sensaciones encontradas, pero sabiendo lo que es importante: mantener el trabajo de los empleados. Es que si bien le genera “miedo” estar en la calle porque puede llegar a “contagiar” a sus seres más queridos, el hecho de mantener la fuente laboral es lo más lo motiva. “Siempre quisimos darle tranquilidad a los que trabajan con nosotros”, subrayó.

“Lo más importante es mantener la fuente de trabajo de los empleados para que puedan llevar ingresos a sus casas. Si parábamos no iba a ingresar dinero e iba a ser muy difícil mantener lo que tanto trabajo le costó a mi papá. Y lo logramos porque los trabajadores se pusieron en un lugar importante y valioso viniendo a trabajar, y estamos muy agradecidos”, concluyó el defensor, que tiene 147 partidos con la camiseta de San Martín y hoy forma parte del equipo que lucha para contener la pandemia del Coronavi

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