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Diciembre sería el mes de mayor seguridad

Coronavirus. Así lo consideró el médico infectólogo Eduardo López, asesor del Gobierno Nacional, ante el parate obligado por el Covid-19. Alertó que podría ser antes en caso de que baje la intensidad de contagios en el país y explicó cinco puntos fundamentales.

Jugadores, técnicos, presidentes de clubes, representantes y las altas esferas gubernamentales priorizan la salud de los personas por sobre el fútbol. Días atrás, la AFA determinó la suspensión de todas las categorías por esta temporada. Mientras esperan resolver un torneo largo a partir de 2021, los campeones buscarán definirse en cancha.

Los especialistas en la salud serán los que sigan día a día el tema de la pandemia e irán aconsejando cómo poder romper algunas pautas de la cuarentena. El infectólogo Eduardo López (MN 63.586) es asesor del Gobierno nacional y consideró este sábado que "diciembre es un mes de seguridad" para la vuelta del fútbol argentino, sin descartar que pueda concretarse algunas semanas antes siempre que baje la intensidad de contagios en el país.

Si bien lo aceptó "como una chance", subrayó la condición de que haya "temperaturas que ronden los 27 grados" para que el Coronavirus "no tenga capacidad de transmisión".

"Diciembre me parece un mes de seguridad. Para la vuelta del fútbol, el Coronavirus tiene que ser un virus de contagio ocasional, disminuir la cantidad de casos a un ritmo menor al 1% diario", explicó López.

Asimismo, López admitió que el fútbol integra la agenda de discusión del Comité de Expertos que conformó el presidente Alberto Fernández, pero "como una situación de espectáculo masivo", al igual que otras actividades que también se encuentran completamente paralizadas desde el comienzo de la cuarentena, el pasado 20 de marzo.

"Si es el virus no tiene una franca caída no se puede comenzar a planificar nada. Hoy no es viable que haya fútbol y, por el momento, tampoco entrenamientos como se lo expliqué a (Sergio) Marchi (secretario general de FAA) en una conversación reciente".

Y también alertó sobre "cinco puntos clave que producen agrupamientos importantes de personas" en los deportes de conjunto como el fútbol, el rugby, el hockey o el básquet.

"El primero son los vestuarios, donde se juntan entre 20 y 30 personas y, como me decía Marchi, en muchas canchas del fútbol argentino son espacios reducidos en los que no podría respetarse el distanciamiento social. El segundo son los baños, con el mismo concepto que el anterior".

"Tercero están los lugares para dar las charlas técnicas, que suelen ser cerrados y concentran 15 o 20 personas muy juntas; cuarto tenemos los comedores y por último los micros para el desplazamiento de las delegaciones", amplió.

"En el caso del fútbol, el juego en sí no representa un momento de riesgo para el contagio porque el contacto físico entre los jugadores se da por poco tiempo. Distinta es la situación del rugby -diferenció-, donde existen formaciones físicas y se pierde el distanciamiento durante el partido. Además, en Argentina, el rugby es una actividad prácticamente amateur y se agrega otro factor: el tercer tiempo".

López reconoció que esos condicionantes también limitan las posibilidades de la vuelta a las prácticas, pese a que varios clubes del fútbol argentino ya tienen un protocolo destinado a la seguridad de los entrenamientos en campo.

"Sucede que los entrenamientos tienen áreas comunes como vestuarios, comedores... En Europa se está intentando hacer (prácticas colectivas) pero no es fácil. El tema de las máscaras, como se está planteando en Inglaterra, no lo veo. Primero hay que analizar muy bien cómo funciona el filtro de silicona mediante fórmulas matemáticas y de computación", señaló. "Recién ahí se podrá saber si sirve para un entrenamiento o para un partido. Tener cubierta la nariz y la boca con una mascarilla (de neoprene) hay que pensarlo muy bien. Creo que su eventual implementación llevará como mínimo dos meses", conclu

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