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“Papá me enseñó el amor a la familia y que el derecho es un orden de respeto y paz”

LA MUJER SE DESEMPEÑA COMO JUEZA, SIGUIENDO LOS PASOS DE SU PADRE, quien nació en banfield. Raquel, hija del exvicepresidente de la Corte Suprema de Buenos Aires Héctor Negri, lo recordó a dos meses de su muerte como un hombre de bien y feliz.

Dos meses se cumplen hoy del fallecimiento del exvicepresidente de la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires, Héctor Negri, nacido en Banfield y quien supo ser director de la Carrera de Abogacía de la Universidad Nacional de Lomas con funciones de Decano, entre los años 1984-1985. Además, el próximo 22 de marzo hubiese cumplido 80 años.

A modo de homenaje y reconocimiento, su hija Raquel dialogó con La Unión tanto sobre el lado humano como profesional de Negri, quien subrayó que su padre les facilitó a ella y a sus cuatro hermanos herramientas para atravesar el duro momento. “Ante la adversidad, siempre tenía frases que te inspiraban a seguir, a mirar para adelante y con optimismo, de eso nos apoyamos”, resumió.

Raquel siguió los pasos de Héctor y se convirtió en jueza Civil y Comercial, aún con el conocimiento de lo que eso implica. “Cuando terminé el secundario empecé a incursionar, primero con las letras y el costado más artístico de mi padre. Llegué a trabajar en la Justicia y el camino me llevó a tratar de comprender y copiar sus pasos. Tiene sus ventajas y desventajas, todo el tiempo siento que tengo que rendir examen y demostrar que hago los méritos suficientes para alcanzar sus logros”, explicó en detalle la lomense, que luego añadió que siempre pudo compartir y resolver sus inquietudes profesionales con Negri.

“ANTE LA ADVERSIDAD, SIEMPRE TENÍA FRASES QUE TE INSPIRABAN A SEGUIR Y DE ESO NOS APOYAMOS”, CONTÓ RAQUEL SOBRE EL DÍA A DÍA EN SU AUSENCIA.

“Mi papá hizo muchísimos cambios beneficiosos, tanto en la esfera del derecho como en lo académico. Era un apasionado por enseñar y trasmitir sus conocimientos. En la Universidad Nacional de Lomas de Zamora era el único profesor titular emérito y fue quien incorporó a la carrera materias de derechos humanos y temas más sociales”, contó Raquel, que lo acompañó en innumerables oportunidades y quien dio sus primeros pasos junto a su papá.

Cabe destacar que a sus 20 años, Negri se recibió de abogado en la Universidad Nacional de Buenos Aires y en 1961 ya era ayudante de cátedra en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA.

Fue juez de la Suprema Corte bonaerense desde 1983 y la presidió en cuatro oportunidades: 1990-1991, 1998-1999, 2005-2006 y 2013-2014.

“Fundamental” fue la palabra precisa que utilizó la jueza para referirse al aporte que llevó a cabo Héctor en la Justicia Argentina.

Al ser consultada sobre las enseñanzas de Negri que más la marcaron como padre y académico destacado, Raquel no titubeó para elegir y respondió: “El amor por la familia en lo personal y, en cuanto a lo profesional, que el derecho es un orden de respeto y paz”.

Para Raquel, atravesar los días sin la compañía de su padre es doloroso, pero siente que sería injusto recordarlo con tristeza. “Él me enseñó a vivir la vida así, de manera feliz, y el mejor homenaje que le puedo hacer es llevar adelante todo lo que me inculcó”, explica Raquel.

“Si pudiera, le diría que lo amo y que le agradezco la compañía que nos brindó”, concluyó emocionada, y destacando la personalidad de su padre en cuatro palabras: “Era un hombre bueno”.

LA UNLZ TAMBIÉN RECORDÓ A SU PROFESOR EMÉRITO. La Universidad Nacional de Lomas de Zamora fue uno de los establecimientos que tuvo el honor de contar con Héctor Negri a cargo de la docencia.

El actual rector de dicha universidad, Diego Molea, dio fe de lo mencionado ya que el doctor Negri fue su primer profesor en la facultad de Derecho: “Un gran maestro, inmediatamente se convirtió en una enorme referencia para mí, no sólo por su conocimiento, sino también por su visión humanista”. Como director de la carrera en 1984-1985, Negri implementó un plan muy innovador incorporando una gran cantidad de materias humanísticas para formar profesionales con sensibilidad social y compromiso.

“Se lo recuerda por su humildad y trabajo, muy comprometido con la educación y el Derecho. Tuve el privilegio de forjar una gran amistad con él, de mucho tiempo compartido, y en cada encuentro siempre aprendí algo diferente”, detalló Molea.

Quien también se desempeña como Consejero de la Magistratura de la Nación admitió que el compromiso social y los Derechos Humanos los ha recibido de Negri. “Héctor había sido separado de su cargo docente durante la Dictadura Militar y, lejos del enojo, contribuyó desde la educación y como Juez de la Corte Suprema de Buenos Aires para que la Memoria y la Justicia prevalezcan en la sociedad”.

María Vázquez, decana de la Facultad de Derecho de la UNLZ, habló sobre el costado literario de Héctor: “Le gustaban escribir y la poesía, frecuentemente compartía conmigo algunas de sus producciones”. Rápidamente añadió: “Fue un ser especial y dejó su huella en cada espacio que transitó. Su pensamiento nos acompañará en su obra”.

La abogada Claudia Bohn se recibió en la UNLZ en 1998 y tuvo a Negri como profesor en las materias Introducción al Derecho y Filosofía del Derecho. Lo conoció el primer día, cuando los recibió y les brindó la charla introductoria. “Nos explicó el plan de estudios, nosotros no sabíamos quién era, pero nos trasmitía tranquilidad”, recordó la mujer de 49 años.

“Como docente era un filósofo y te enseñaba a razonar y pensar”, dijo Claudia, que siente haber sido formada en su vida profesional gracias a las vivencias compartidas con el nacido en Banfield.

En calidad de Director de Derecho Penal del Colegio de Abogados de La Matanza, el doctor. Hugo Carribero mantuvo reuniones de trabajo con Negri, y en su relación laboral es como lo recordó: “Una persona cálida y muy comprometida con la administración de la Justicia, muy profesional y siempre atento a las inquietudes de los abogados”.

Bohn comprendió, con el transcurso de los años y gracias a ejercer la abogacía, una frase que utilizaba mucho Negri para sus alumnos y que, en su momento, no lograba entender el significado: “‘El derecho era amor’, decía y claro que tenía razón. Se refería a la pasión por los casos en los que nos involucramos y por la profesión en sí. Lo supo trasmitir y en su momento se lo pude hacer saber. Es un orgullo haber sido egresada de la UNLZ y Negri fue un gran amigo