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El FMI afirma que la deuda no es sostenible y pide una quita a los acreedores privados

SEÑAL AL GOBIERNO. El Fondo Monetario Internacional llegó a esa conclusión tras su primera misión en Argentina durante el Gobierno de Alberto Fernández. Es el mensaje que esperaba la Casa Rosada para poder negociar con los bonistas.

Luego de su primera misión en la Argentina bajo el gobierno de Alberto Fernández, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que la deuda pública del país “no es sostenible” y reclamó una “apreciable” quita a los acreedores privados.

El pronunciamiento del FMI fue leído como espaldarazo para la Casa Rosada. La conclusión a la que arribaron los técnicos del organismo deja en claro la necesidad de reestructurar la deuda, algo que vienen repitiendo en el Ejecutivo desde antes de asumir.

En el comunicado que publicó esta tarde no especificó cuál sería una quita recomendable, sin embargo para la misión quedó claro que un reperfilamiento no es suficiente para alcanzar una situación de “sustentabilidad” a mediano plazo.

“Se requiere una operación de deuda definitiva", dice el texto que escribió el equipo del FMI dirigido por Julie Kosack, subdirectora del departamento del Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de Misión para Argentina.

En bonos, según un informe del gobierno de Mauricio Macri publicado en septiembre pasado, la deuda con los acreedores privados llegaría a unos US$113.000 millones sin contemplar ni al sector público ni a los organismos internacionales.

Por eso el Fondo aseguró, sobre la base del análisis de sostenibilidad de la deuda de julio de 2019, “que la deuda de Argentina no es sostenible".

El organismo citó su propio informe de la cuarta revisión bajo el acuerdo stand-by firmado por el Gobierno de Mauricio Macri en 2018 por más de U$S57 mil millones. Allí, había considerado que la deuda pública de Argentina era sostenible, “pero no con una alta probabilidad”. Ahora, dice el Fondo, esos riesgos “se han materializado”.

El mensaje del FMI fue celebrado como una victoria en el Ministerio de Economía. ¿Por qué? Porque permite revertir, al menos parcialmente, la inclinación de la cancha a favor de los grandes fondos que tienen en su poder los títulos de la deuda argentina.

Luego de la negociación fallida de Axel Kicillof con los bonistas de la provincia de Buenos Aires y el reperfilamiento del AF20, el nuevo escenario equilibra el panorama.

Ahora, el Gobierno está en una mejor posición y cuenta con el apoyo de un jugador de peso para reforzar la idea de que la oferta que se hará el mes que viene será "tómelo o déjelo". Nada garantiza que alcance, pero en principio si

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