La Unión | SOCIEDAD

Crearon una silla para que los discapacitados se puedan bañar en el mar

.

Se trata de Neptuno, una silla anfibia creada por Gustavo, un hombre que perdió su pierna en un accidente de moto en 1993. Ya se encuentra en algunos balnearios argentinos.

Los accidentes muchas veces pueden desencadenar en situaciones movilizadoras para mejorar la situación de muchas personas.  En 1993, Gustavo D’Ángelo sufrió un accidente de moto que lo llevo a estar años internados recibiendo cerca de 30 operaciones hasta que, casi 10 años después decidió amputarse una de sus piernas y superar los obstáculos que ello implicó.

Lejos de postergar algunos sueños y gustos personales, trabajó para lograr una sociedad inclusiva y construyó junto a su padre Carlos una silla que le permite a las personas con movilidad reducida ingresar a la playa y flotar en el mar.

De acuerdo a sus necesidades, Gustavo diseñó el prototipo de Neptuno sin ninguna fuente de financiamiento, siendo que el año pasado fue reconocido como Joven Empresario del Año por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) de Buenos Aires entre unos 500 aspirantes.

La silla ya se encuentra presente en varios balnearios bonaerenses para fomentar la inclusión. Arroyo Pareja, Pehuen-co, Monte Hermoso, Marisol, Reta, Copetonas, Claromecó y Villa Gesell son algunos de ellos, siendo que el modelo también fue vendido en Chile y Colombia.

La silla está construida totalmente en aluminio de 32 milímetros montado en ejes de acero inoxidable, lo que hace que no se vuelque en el agua bajo condiciones normales de oleaje. Es apta para pesca de flote, resistente a la arena y al agua salada, se desplaza con facilidad y es plegable.

Junto a Carlos, quien es técnico mecánico industrial y tiene un taller en Punta Alta, no se conforman y van más allá. Hicieron también juegos adaptados para la plaza de la ciudad y sillas especiales de básquet y rugby para que todos los vecinos puedan tener las mismas oportunidades.

 

&n