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Dejó la música y la danza para subirse al cuadrilátero

Boxeo.

Melina Escobar Geloz pasó del tango a los guantes. “Puedo bailar toda mi vida, pero el boxeo tiene su limitación”, afirmó la pupila de Sanabria, que este domingo volverá al ring.

Melina Escobar Geloz es una chica inquieta. Durante muchos años le dedicó su vida al tango. Hoy, a los 31, dejó de lado el 2x4 para dedicarse de lleno al boxeo. De la mano de Diego Sanabria, su entrenador, debutó con KOT en el ámbito profesional. Y según La Bestia, “tiene pasta de campeona”.

Admiradora de “La Tigresa” Acuña, y con un tío dedicado a la profesión como vidriera, Melina confió que “en casa mamá no me dejaba. Quince años atrás no es como ahora”, dijo en relación a la vocación por este deporte.

Con los guantes comenzó en un gimnasio de Piaggio y Molina Arrotea. Ahí se hizo amiga de un chico que boxeaba y charlando empezó a tirar golpes en el momento. Después de tres meses se preparó y concurrió a escuelas. “Antes de conocer a Diego (Sanabria) fui a dos y la verdad que mucha atención no se me daba. Cuando me puse por primera vez los guantes sabía que esto me gustaba y no quise dar marcha atrás”, confió en diálogo con La Unión.

Sorpresa fue la que se llevó Diego cuando la vio a Melina ingresar a su gimnasio con bolso en mano. “Fue gracioso. Me dijo que quería. ‘Ser boxeadora le dije’. Y ahí me dijo que íbamos a hacer todo lo posible. Lo que pasa es que soy muy perseverante, tengo mi temperamento y voy al objetivo. Todo lo que me propongo lo logro. De boxear con un amigo y verme dónde llegué no me lo imaginaba tan rápido. Desde el día uno los entrenamientos cambiaron totalmente, son rudos, tuve un cambio, era una salvaje que se defendía como podía. Iba palo y palo con cualquiera”.

Todo le llegó rápido, pero los entrenamientos le fueron dando otro nivel de boxeo. “El primer día hice un manopleo. Estaba algo desarmada. Diego me pone a guantear al segundo día. Tenía en los otros clubes sparrings muy flojos y me puso enfrente a Alexis “La Máquina” Herrera, campeón Intercontinental. Y eso me puso muy contenta”, explicó Escobar Geloz.

En su debut como profesional, peleó en Ingeniero Budge contra la paraguaya oriunda de Monte Grande Pilar Ferreyra. “Me quedé corta, con ganas de mostrar más de lo que sé”, dijo sobre su primer combate.

Y añadió: “Quiero mostrar más, llegar al objetivo de Diego, de realizar un boxeo estilista, elegante, porque podemos hacer arte con el boxeo, pelear con más inteligencia, con técnica. Estoy perfeccionando un montón”.

Por otra parte, Melina también habló de su otra pasión: el baile, más precisamente el tango. “Lo hago desde chica. Bailé mucho para el Ballet del Municipio, en la Corporación de Tango, en el Teatro del Municipio de milongas a la noche. Salí a Capital, estuve en muchos concursos de todo lo que es el circuito de tango. Ahora lo estoy dejando por el boxeo”.

A la hora de elegir, explicó el porqué: “Tengo el pensamiento de que bailar puedo bailar toda mi vida. Tuve la suerte de conocer gente, lugares, estoy hecha en ese sentido. El boxeo tiene su limitación. Empecé de grande y es una lástima, pero son cosas del destino que pasan. La prioridad es pelear”.

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