La Unión | LOMAS

Se curó de cáncer y agradece colaborando con el Garrahan

PREMIADO CON ?ORGULLO DE SER DE LOMAS?.

Ian Birnbach le ganó la batalla a la enfermedad en 2012 y desde entonces ayuda junto a su familia en el hospital donde lo trataron y lo contuvieron. Este sábado, organiza una colecta de sangre en Banfield.

Ian Birnbach superó hace siete años un cáncer en el Hospital Garrahan y hoy, junto a su familia, sigue colaborando de forma independiente y voluntaria con uno de los centros de salud más importantes del país, con el objetivo de devolverles todo el trabajo realizado durante su tratamiento. “Yo me curé y los que están pasando por una situación similar también pueden. Con ganas todo es posible”, garantizó Ian con palabras de aliento.

Al joven de 12 años, vecino de Lomas, le detectaron cáncer intestinal cuando tenía 5 y, tras un arduo tratamiento que duró aproximadamente seis meses, logró superarlo. En noviembre, y mientras trascurría el período de recuperación, su familia organizó un evento solidario para colaborar con el hospital. “Con lo recaudado compramos televisores, consolas de videojuegos y juguetes para que los chicos pasaran una mejor estadía en el Garrahan”, explicó Roxana Dauthum, la mamá de Ian.

En Facebook crearon un grupo llamado FUERZA IAN!, donde la gente les enviaba energía positiva y ellos les comunicaban la evolución del chico día a día. La página creció considerablemente y actualmente se utiliza para orar por pacientes que se encuentran en una situación delicada, además de seguir con su acción social: ayudar al Garrahan.

“Estamos felices por él y de cómo piensa en ayudar al otro a través de su caso. La vida le regaló parte de lo que brindó con su corazón”, indicó emocionado su papá, Alejandro.

“Una de las enfermeras nos contó que había otro paciente con el mismo diagnóstico que logró curarse, entonces toda la energía y esperanza que le brindábamos a nuestro hijo también la queríamos compartir con el hospital”, expresó Alejandro, papá del niño.

Inmediatamente añadió: “Hicimos un click y decidimos ayudar de distintas formas, entonces empezamos por solicitar dadores en el colegio Westminster, donde asiste Ian, ya que nunca nos habían pedido para las transfusiones”. “Todos los años visitamos al hospital para el Día del Niño y Navidad llevando juguetes, animadores, personajes y música”, indicó la mamá de Ian. “También realizamos un banco de sangre en conjunto con el colegio de mi hijo, contamos nuestra historia y le explicamos a la sociedad que se puede ayudar al otro”, agregó su esposo.

A principios de junio, en el Teatro del Municipio de Lomas, Ian y otra veintena de vecinos recibieron la distinción “Orgullo de Ser de Lomas” por su destacada labor en la comunidad. “Estamos felices por él y de cómo piensa en ayudar al otro a través de su caso. La vida le regaló parte de lo que brindó con su corazón”, indicó emocionado Alejandro.

Los padres de Ian coinciden en el rol fundamental que cumplieron los familiares y amigos, quienes en todo momento les brindaron el apoyo, la fuerza y la colaboración necesaria para atravesar el difícil momento: “Nos turnábamos con Roxana las 24 horas para estar con Ian y también con Agustín y Thiago, los otros hijos que tenemos, ya que todos necesitaban contención”, comentó el padre.

“La labor del médico fue impecable, siempre nos alentó, nos contuvo y en todo momento nos dijo la verdad”, explicaron Roxana y Alejandro en agradecimiento a Cristian Sánchez Larrosa, quien llevó adelante el caso de Ian.

Este sábado estarán realizando, junto al Westminster, un nuevo banco de sangre para el hospital, mientras que el 15 de agosto asistirán para festejar el Día del Niño junto a los pacientes: “Aquellas personas que desean colaborar con juguetes nuevos los pueden acercar al colegio, ubicado en Peña 140 (Banfield), en el horario escolar”, detalló Alejandro.

Roxana concluyó con un mensaje para las familias que atraviesan un difícil momento: “Hay que estar fuertes, buscar un para qué y no un por qué. El 80 % de los chicos con cáncer son curados gracias a los avances de la medicina, no hay que bajar los brazos