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Martín Ron calificó a su mural de la Rural como "una obra del campo en la ciudad".

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EL JOVEN MURALISTA, UNO DE LOS MÁS DESTACADOS REFERENTES ARGENTINOS DEL STREET ART EN EL MUNDO -RECONOCIDO POR EL MURAL DE CARLOS TÉVEZ EN FUERTE APACHE- DEJARÁ INAUGURADO EL PRÓXIMO DOMINGO UN NUEVO MURAL EN LA ESQUINA DE SANTA FE Y SARMIENTO.

El joven muralista Martin Ron, uno de los más destacados referentes argentinos del street art en el mundo -reconocido por el mural de Carlos Tévez en Fuerte Apache- dejará inaugurado el próximo domingo un nuevo mural en la esquina de Santa Fe y Sarmiento de la porteña Plaza Italia, al que está abocado por estos días en coincidencia con la exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional de La Rural de Palermo.

Nacido en Caseros en 1981, Ron lleva pintados 300 murales alrededor del mundo y no hay modo de no quedar sorprendido con cada una de las coloridas y surrealistas intervenciones urbanas que realiza en este gran museo a cielo abierto que es la calle.

El mural más grande de la ciudad, una chica que se toma una selfie mientras juega con un mechón de pelo, está inmortalizada en Soler y Scalabrini Ortiz. También pintó en Villa Urquiza la figura de un chico en skate con un fonógrafo en la mano y la imagen de Tita Merello en una de las estaciones de la línea H del subterráneo de Buenos Aires.

Ron fue convocado ahora por La Sociedad Rural, que celebra los 150 años de su fundación, para realizar un mural -de 15 metros de altura por trece de ancho- y darle un nuevo enfoque a una de las esquinas del predio ferial ubicado en Plaza Italia, una de los espacios más concurridos, emblemáticas y visualmente cargados de la ciudad.

"2166" es el título de la obra, una síntesis entre campo y ciudad, pero también una mirada al futuro, y un juego alusivo a otros 150 años más: se trata de seis vaquitas monocromas, sobre las que se podrán ver dos niños de espaldas a un gran sol naciente, representado por el centro de un girasol, símbolo del campo.

"Los girasoles pintados -explica Ron- son un guiño a Fibonacci, que tiene que ver con la multiplicación, con la vida, con el número áureo, que está en toda la naturaleza. El patrón de Fibonacci está representado matemáticamente y geométricamente de manera explicita en el centro del girasol, que es casi un símbolo del campo", dice el autor en diálogo con Télam.

"Tuve que hacer el ejercicio de representar, desde los códigos del street art, el campo, el futuro, el progreso, la familia, la tradición, el vinculo entre pasado y futuro. Una obra del campo en la ciudad", cuenta el artista, que utilizó aerosoles y lacas sintéticas.

"Esta pared pedía pintura", asegura Ron con ojos de experto. De estilo informal, Ron viste jeans, buzo deportivo y zapatillas -manchas de pintura por toda la ropa- y hasta el próximo domingo permanecerá pintando ante la vista de los transeúntes. Sólo dos días debió poner pausa por la lluvia. El frío no lo detiene. Su entusiasmo no decae. Las personas pasan, le gritan cosas, le preguntan qué significa.

Según cuenta Ron, los murales tienen una vida útil: están expuestos a las inclemencias del tiempo, el sol y la vandalización, la corrosión natural de la ciudad. "Ningún muralista se casa con lo inmortal de una obra, uno ya sabe que en cualquier momento se va a desgastar", admite.

Esta iniciativa surgió de Art Democracy, la plataforma de medios que promueve desde Buenos Aires el arte contemporáneo argentino dentro del contexto internacional, con más de 320.000 seguidores en las redes sociales alrededor del mundo.

-Télam: ¿El contexto donde se pinta un mural es algo a tener en cuenta?

- Ron: El lugar es el ingrediente principal. Y más en una zona tan neurálgica y tradicional como esta. Desde lo personal, se trata de irrumpir en la cotidianeidad de la gente, para alterarla. Una imagen que cambia el paisaje pero también que pasa a ser un compañero más en esta esquina, entre el monumento y los ponys.

- Télam: ¿El propósito es sorprender al transeúnte?

- Ron: El mural es un respiro pero ¿por qué digo un respiro? Porque venís asfixiado, la calle te está ahogando de tanto darte mensajes, tantas indicaciones. Y acá es al revés, vos podés interpretar. Aunque, bueno, siempre me dicen: 'Che, y ¿qué significa? Y yo digo 'No hay indicaciones'. Pero si les llego a decir "son seis vacas", "ahhhhhh, perfecto". Se quedan tranquilos (risas).

Ron se encuentra por estos días trabajando en Parque Cromo, un proyecto para dar color a 300 columnas grises y monumentales que sostiene la Avenida General Paz y a la Autopista 25 de Mayo, en Liniers. Además, va a dejar su sello en cuatro edificios de viviendas ubicadas frente al estadio de Boca Juniors. Ha pintado murales en Estonia, Inglaterra, Malasia, Bélgica, Estados Unidos, Islas Canarias y Guyana, entre otros sitios.

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