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Los rugbiers quedarán alojados en la cárcel de Dolores, pero estarán aislados de otros presos

Tras las amenazas de los presos del penal. Los diez jóvenes involucrados en el asesinato de Fernando Báez Sosa mañana serán trasladados al sector de la alcaidía de la Unidad 6, una vez que terminen las ruedas de reconocimiento.

Una vez que este martes finalicen las ruedas de reconocimiento, los diez rugbiers detenidos por el asesinato a golpes de Fernando Báez Sosa serán trasladados al sector de alcaidía de la Unidad 6 de Dolores, donde no tendrán contacto con el resto de la población carcelaria.

Los jóvenes permanecerán allí, bajo estricta vigilancia, hasta que el juez les dicte la prisión preventiva en caso de corresponder y entonces se los asigne a otras unidades penitenciarias, según se pudo saber esta tarde de acuerdo a fuentes del caso.

La cárcel de Dólores cuenta con 875 internos alojados y cerca de 480 agentes penitenciarios trabajando. Dispone de 12 pabellones -10 intramuros y 2 extramuros- y el sector de alcaldía al que serán llevados los rugbiers.

La alcaidía tiene capacidad para diez internos. Está situada en un primer piso, entre dos pabellones evangélicos, y es un espacio especialmente preparado para detenidos que aún no tienen prisión preventiva, indicaron las fuentes del servicio penitenciario.

Hasta ahora los diez acusados estaban todos juntos en la Comisaría 1º de Pinamar, donde sus padres y madres les llevaban bolsas con ropa y comida. Pero el mundo al que ingresarán a partir de ahora es totalmente distinto, nada que hayan visto antes.

Se tendrán que acostumbrar a las restricciones de visita, a las requisas permanentes, a la prohibición de vestirse de negro, porque así se visten los penitenciarios, y los ambientes reducidos, de una cárcel vieja que no se encuentra en buenas condiciones.

Los rugbiers fueron sometidos este lunes a nuevas ruedas de reconocimiento y tres de ellos fueron identificados por testigos, según informó Fernando Burlando, abogado de la familia de Fernando.

En tanto, sus teléfonos celulares y el de Pablo Ventura, el joven que había sido implicado y fue liberado, fueron llevados a Mar del Plata para comenzar a ser peritados.

Se trata de distintas medidas de prueba en torno a la causa por el asesinato ocurrido en la madrugada del 18 de enero pasado a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell.

El peritaje de los celulares está a cargo de detectives de la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal, en la Escollera Norte de Mar del Plata, lugar al que fueron llevados los aparatos poco antes del mediodía.

La pericia abarca los celulares de los diez acusados y el de Ventura, quien fue liberado la semana pasada, luego de que no se pudiera acreditar su presencia en Villa Gesell en el momento del crimen, aunque aún sigue ligado a la causa y forma parte de las ruedas de reconocimiento.

Asimismo, permanecen pendientes la prueba de "rastros", con las ropas y zapatillas secuestradas a los imputados, la cual se realizará en Dolores, y el examen scopométrico -se haría en Tierra del Fuego- para saber a quién pertenece la zapatilla cuya suela quedó marcada en la cara de Báez Sosa y que le habría provocado la mue

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