Lanús volvió a ganar en la Forteleza y está cada vez más firme
El equipo de Zubeldía sigue escalando. El Granate venció por 2-0 a Central, sumó su cuarto triunfo en cinco partidos, y se posiciona en zona de Copa Sudamericana. Los goles fueron de Belmonte y Sand, que llegó 112 festejos en el club.
Belmonte, de lo mejor del Granate, festeja el 1-0
Sand, en el final, puso el 2-0 y cerró la historia.
Lanús necesitaba dejar en el olvido la última derrota ante Boca porque ese golpe había calado hondo en un plantel que venía muy dulce, con tres triunfos en fila, y no quería sucumbir ante Central. Y el equipo de Luis Zubeldía lo consiguió: le ganó 2-0 al equipo rosarino y ratificó su momento en la Superliga.
Enfocado en que la pequeña grieta que se abrió en la Bombonera no se profundizara, el Granate impuso condiciones y su receta fue clara: atacar por las bandas. Así consiguió su cometido, con un gol a los 16 minutos. Una buena combinación por izquierda entre Moreno y Pasquini terminó en un centro preciso de Marcelino que Belmonte, en posición de nueve y con olfato goleador, mandó dentro de la red.
Ese gol facilitó el trabajo del Granate, que supo jugar con la diferencia. Central, por su parte, sintió el golpe y le costó llevarle peligro al arco defendido por Ibáñez. Es que si bien fue creciendo en el juego, sostenido especialmente por Ortigoza, le faltó peso ofensivo. Zampedri estuvo muy solo arriba y eso facilitó el trabajo de los defensores.
El Granate, en tanto, sostuvo su juego durante el primer tiempo en los pies de pies de Belmonte y Moreno, quienes fueron muy importantes en la zona media y fueron los ejes de los ataques, con buenas combinaciones y sólidos en los quites.
En el complemento, Central arriesgó un poco más. El entrenador Bauza puso a Herrera (por Allione) para que Zampedri no esté tan solo en los metros finales. Y apretó un poco más, siempre con Ortigoza como eje, pero le faltó fineza en los toques finales. Lanús, por su parte, no perdió la solidez y, con espacios, fue una amenaza constante.
El equipo visitante tuvo dos claras, primero con un remate de Gil que rebotó en un defensor y se fue al córner y luego, con un remate cruzado de Camacho que Zampendri no llegó a empujar. Y al local le pasó algo similar: falló el último toque. Tuvo varias contras, con buenas combinaciones y jugadas interesantes, pero error en la definición.
Por estas imprecisiones, al local le costó sentenciar la historia. Y recién lo hizo a los 45 minutos, ya en el epílogo. Y fue en los pies de Sand, que aprovechó los espacios que dejó Central en los últimos minutos y, con un remate que rebotó en Barbieri, anotó el 2-0 y cerró la historia en la Fortaleza.
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