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La Superfinal quedó postergada y no se sabe cuándo se jugará

TRAS LOS INCIDENTES DEL SÁBADO Y LA REPROGRAMACIÓN PARA ESTE DOMINGO. La Conmebol decidió que no se juegue la final entre River y Boca porque no estaba dadas las condiciones y convocó una reunión con los presidentes de ambos clubes para definir un nuevo día. El Xeneize presentó un escrito y pide sanciones.

El escándalo se apoderó de la escena. Y la fiesta nunca apareció. La revancha entre River y Boca por la final de la Copa Libertadores se tiñó de violencia el sábado, con un grave ataque al micro que trasladaba al plantel xeneize e incidentes cerca del Monumental, y se reprogramó. Sin embargo, este domingo, la Conmebol confirmó lo que se presumía desde el mediodía: el partido fue postergado y el martes, en una reunión con los presidentes de ambos clubes, se definirá cuándo y dónde se jugará.

La decisión fue anunciada por el presidente de la confederación sudamericana, Alejandro Domínguez, a tres horas del inicio estipulado. “Un equipo fue agredido y no hay igualdad de condiciones”, dijo el mandamás mientras los hinchas del Millonario comenzaban a ingresar al estadio. Y en esa línea, sentenció: “Queremos que se juegue cuando haya igualdad de condiciones”.

El sábado, luego de la jornada caótica que se vivió por Núñez, que dejó el saldo de 56 detenidos y a Pablo Pérez lesionado en el ojo, se decidió reprogramar la final para el domingo a las 17, pero con una condición: jugarlo si hay igualdad de condiciones. Y eso fue firmado por el presidente de Boca, Daniel Angelici, el de River, Rodolfo D’Onofrio y el titular de la Conmebol.

Sin embargo, en horas de la mañana de ayer, Boca hizo un pedido formal para que se “suspenda” la final porque “no estaban dadas las condiciones”. Y en esa presentación, además, reclama la “aplicación de la sanción prevista en el artículo 18”, que establece distintas sanciones y una de ellas es la quita de puntos. Sobre eso, Angelici recalcó: “No rompí ningún pacto porque lo que se firmó fue un documento donde se expresa que la final debía jugarse en igualdad de condiciones deportivas”.

El presidente del Xeneize, acompañado por el técnico Guillermo Barros Schelotto, también habló sobre la reunión del martes en Paraguay y anunció: “Voy a ir con la intensión de que el tribunal de disciplina de Conmebol lea el documento que entregamos vía e-mail y después resuelva”. En esa reunión,  Boca pedirá un castigo para River y reclamará los tres puntos y la consecuente obtención del título.

D’Onofrio, por su parte, fue más cauteloso al hablar tras la postergación y remarcó: “Si fue así (que Boca pidió los puntos) me sorprende. El sábado hubo acuerdo para que no haya desventaja”. Y no titubeo para afirmar que la final se jugará “en River y con público”.

Todo esto se resolverá en la reunión en Luque, Paraguay, donde buscarán darle seriedad a este triste escenario.

¿QUÉ SE DIJO?

“Los partidos se ganan o se pierden en la cancha, pero soy consciente de mi responsabilidad como presidente. Me debo a los socios y a la comisión directiva e invocamos a todos los artículos; ojalá la Conmebol revise y conteste todo lo que pedimos”. (Daniel Angelici, presidente de Boca).

“El sábado, el presidente de FIFA le dijo a Boca que el encuentro se jugaba 19.15 y yo le dije a Angelici al oído: ‘tenés mi solidaridad’. Cuando volvió y contó el problema que tenían los jugadores, nos reunimos y reafirmé que esa ventaja no la quería”. (Rodolfo D’Onofrio, presidente de River)

“Lo mejor para Boca era no jugar porque no estábamos como River. Estábamos en desventaja. Las 24 horas que vivimos no corresponden a una fiesta. No es clima con el que uno se tiene que preparar un partido. Ya sea contra River o cualquiera”. (Guillermo Barros Schelotto, DT de Boca).

 

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