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La docencia en tiempos de Coronavirus

Gajes del oficio.

La pandemia de Coronavirus no es moco de pavo y las medidas son muy claras para evitar la circulación y las concentraciones numerosas, con la intención de que no se produzcan contagios.

Por ese motivo y junto con otras disposiciones, las clases se interrumpieron hasta el 31 de marzo en toda Argentina, dejando en claro que no se trata de un período de vacaciones, sino de reforzar las medidas precautorias.

Esta suspensión temporal de actividad educativa presencial tiene contados antecedentes en Argentina. En julio de 2009, debido a la cantidad de casos de Gripe A que se habían registrado en el país y a la gravedad de los mismos, el gobierno canceló las clases en algunas jurisdicciones.

Mientras que allá por el 4 de junio de 2011 entró en erupción el complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle, en Chile. Poco después la ceniza cubrió gran parte de la Patagonia, que también obligó a una cancelación en esa región argentina.

Habrá un meterse aún más en la historia para toparse con casos de estas caracterices, exceptuando hechos puntales, como inundaciones o inconvenientes en algunas instituciones en particular.

La medida llega hasta el 31 de marzo, pero se sabe que esta pandemia obliga a que se pueda cambiar sobre la marcha, casi día a día.

¿Cómo seguir enseñando en este caso?, ¿Cómo siguen aprendiendo los alumnos en tales circunstancias?

Incluso hay films y todo tipo de material disponible en la Web, que puede mandarse a analizar a modo de trabajo práctico.

Si la suspensión de clases se extiende seguramente mediarán medidas de gran calibre, para que la merma de los días de clase perdidos tenga alguna compensación extraordinaria.

Pero en estos casos no está nada mal emplear la dichosa internet, un medio que tiene las usos más inimaginables, pero que también puede contribuir en lo pedagógico.

El envió por mail de material teórico es una buena función y abrir un canal para evacuar dudas a respecto. También para hacer llegar consignas para trabajos domiciliarios, para mandarlos de nuevo corregidos y con las observaciones del caso.

Incluso hay films y todo tipo de material disponible en la Web, que puede mandarse a analizar a modo de trabajo práctico.

También a través de las redes. En grupos conformados por estudiantes y docentes, en secundaria, por ejemplo, donde todos puedan participar e interactuar conjuntamente.

O por familias y docentes, en caso de los más bajitos de la primaria. A través de ellas enviaban contenidos para resolver y respondían dudas. También se pueden subir contenidos a plataformas, que sean de libre acceso.

También la defenestrada caja boba sirve en estos casos, porque la TV Pública pondrá en pantalla contenidos educativos.

Mientras que Radio Nacional puso a disposición contenidos educativos vía internet, para acompañar las medidas preventivas anunciadas por el Poder Ejecutivo nacional respecto de la pandemia del Coronavirus.

La docencia en tiempos de Coronavirus, un desafío más e inesperado de este ofi

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