Juan Carlos Kopriva le dio vida hasta el final a un equipo condenado
con sólo dos meses de trabajo. Con la obtención del 44,4% de los puntos, el técnico de Los Andes fue determinante para que el equipo llegue con chance a la última fecha.
Cuando asumió Juan Carlos Kopriva, pocos creían que Los Andes podía cambiar su imagen. El equipo estaba en un momento muy delicado, casi condenado y al borde del nocaut, con una victoria en 18 partidos y ubicado en el fondo de la tabla de los promedios. Sin embargo, desde su llegada, la imagen cambió, llegaron triunfos importantes, y la ilusión se mantuvo hasta la última jornada del torneo de la B Nacional.
Lamentablemente, las últimas tres derrotas (Mitre, Chacarita y Morón), con un equipo diezmado desde lo físico y varias piezas claves lesionadas, lo condenaron al descenso, que se consumió tras la derrota por 3-0 ante el Gallito y la victoria del Cervecero ante Olimpo.
En este camino, que inició en el 1-1 ante Arsenal por la fecha 17, Kopriva logró el 44,4% de los puntos en juego, producto de tres victorias, tres empates y tres derrotas. Estuvo, además, con una seguidilla de seis partidos sin perder.
“Sin los lesionados que tuvimos, nos salvábamos. No tengo dudas de eso. Fue muy difícil reemplazar esas piezas determinantes porque no teníamos las alternativas. Y lo pagamos con errores. No lo pudimos revertir”, lamentó el entrenador del Milrayitas, sin poder esconder la bronca por esas complicaciones.
En esa línea, y tras afirmar que la base física fue “determinante” para lo que pretendía del equipo, Kopriva continuó: “Se pudo haber logrado el objetivo y por eso terminamos con mucho dolor. En un momento se veía posible, pero se nos lesionaron jugadores importantes, piezas claves de este rompecabezas, en ese mejor momento y lo pagamos caro”.
Los 12 puntos de Kopriva lo mantuvieron con vida hasta el final. Pero no alcanzó. Y ahora ya se piensa en la próxima temporada. De eso también habló el técnico. “Yo tengo contrato por un año y las ganas están, pero tenemos charlar y ponernos de acuerdo en los objetivos”, remarcó Kopriva, el que le dio vida a un equipo que ya estaba conden
