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Informes demuestran el riesgo sanitario para los habitantes del "Elefante Blanco"

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Revelaron que en el edificio ubicado en el barrio porteño de Villa Lugano hay una persistente afectación de la salud de las 120 familias, tales como infecciones intestinales por agua contaminada, leptospirosis y hantavirus, y hasta intoxicación por ingestión de venenos en niños.

Pese a que la Defensoría del Pueblo reclamó el saneamiento del lugar, e incluso la jueza en lo Contencioso y Administrativo Elena Liberatori dictó un medida cautelar que obliga al Gobierno de la Ciudad a efectuar tal medida, las familias conviven entre toneladas de basura, olor a desechos fermentados y falta de agua potable.

La información, recabada de varios informes realizados por la Asesoría Tutelar y la Defensoría del Pueblo porteñas, devela que en el centro de salud más cercano se realizan unas 3.500 consultas mensuales, y los mayores problemas de salud se relacionan con afecciones respiratorias, intestinales y de la piel.

Por ejemplo, según un relevamiento realizado por el Centro de Salud y Acción Comunitaria (Cesac) que depende del Hospital Santojanni, durante el tercer trimestre de 2013, 119 residentes del Elefante Blanco presentaron bronquiolitis; otros 91 fueron diagnosticados de asma, 39 de neumonía, 98 con diarrea, y 108 con infecciones de la piel, entre otras enfermedades.

Otra de las afecciones frecuentes es el "estrés emocional" que padecen las familias puesto que la comunidad, de acuerdo a una investigación de la Defensoría porteña, plantea inquietudes de tipo sanitario y habitacional.

Una de ellas es la "presencia de roedores", que "ingresan a los hogares, caminan por las noches por encima de los niños durmiendo y los muerden", además de la persistencia de mosquitos, el intenso olor proveniente de los cuatro subsuelos de basura, la falta de cloacas y los cables en mal estado que generan incendios.

El "Elefante Blanco" es un edificio ubicado en Ciudad Oculta, en Villa Lugano, y fue ocupado por familias carenciadas hace dos décadas luego de permanecer abandonado desde 1955, cuando la llamada "Revolución Libertadora" frenó allí las obras de lo que pretendía ser el hospital más grande de América Latina.

Allí, 120 familias residen en situación desesperante, ya que no sólo conviven con toneladas de basura -y el olor a desechos fermentados que prevalece en todo el edificio-, sino con humedad permanente, falta de cloacas y agua contaminada.

Días atrás, la jueza Liberatori realizó una inspección ocular luego del incumplimiento por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de la medida cautelar que obligaba al saneamiento.

Durante la recorrida, de la que participó Télam, los vecinos reclamaron por una "vivienda digna" y manifestaron estar allí por "necesidad", tal como dijo Andrea, una de las vecinas del edificio.

Según confirmó a Télam el director de Infraestructura del Ministerio de Desarrollo Social porteño, Pablo Mazzino, desde esa cartera conducida por Carolina Stanley "no podría decir si hay planes de vivienda o no, porque eso lo hace el Instituto de Vivienda de la Ciudad".

En tanto, el presupuesto para el IVC ha sido disminuido desde 2005 hasta la fecha "aproximadamente un 17% menos", según dijo a Télam el arquitecto Jaime Sorín.

Asimismo, persiste una subejecución del presupuesto desde el inicio de la gestión macrista, de acuerdo a un informe del Grupo de Estudio de Economías Nacional y Popular.

"Las partidas para este programa sufrieron sistemáticos recortes finalizando los años con una asombrosa subejecución, ya que en 2008 fue de 79%, en 2009, de 35; en 2010 y 2011, de 59; en 2012, de 67; y en 2013, de 77%", sostiene el info

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