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Histórico: voto a voto, se define en Diputados la legalización del aborto

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Con marcada paridad de legisladores a favor y en contra y una multitud frente al Congreso, la definición estaría el jueves por la mañana. Hay críticas al Gobierno, a la Iglesia y a los detractores del proyecto, que no presentaron otro alternativo.

El debate sobre la despenalización del aborto, un logro histórico para el Congreso, para las mujeres y para el país, continúa con final abierto, en medio de una marcada paridad, que podría ser definido el jueves. En caso de empate, define el presidente de la cámara baja, Emilio Monzó. Si se aprueba, pasa al Senado.

El encargado de abrir el debate con unos 150 oradores fue el diputado macrista Daniel Lipovetzky, y fue el primero de muchos en criticar a los detractores del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo: “No se trata de salvar las dos vidas, se trata de salvar miles de vidas”. “La legalización del aborto mejora la calidad de vida de las mujeres argentinas y creo que a partir de ahí no debe haber ninguna duda hacia dónde tiene que estar nuestro voto”, señaló.

Por su parte, Daniel Filmus (FpV) puso en números la tragedia que viven las mujeres que se someten a un aborto clandestino: “Lo que estamos discutiendo acá, tarde o temprano va a ser legal en la Argentina. Tuvimos 3.030 casos a partir de la democracia, si esto ocurre y nosotros hoy decimos que no, tendremos que volver a discutirlo en dos años y tendremos 164 mujeres muertas”.

Mientras que Mayra Mendoza (FpV), una de las impulsoras, pidió no abordar el tema “con anteojeras ni morales, ni éticas, ni ideológicas y mucho menos religiosas”; Victoria Donda (Libres del Sur) exigió terminar con la hipocresía, porque quienes están en contra de la legalización del aborto “no defienden las dos vidas, defienden el status quo, penalizan a la mujer que por ejercer su libertad”. Y agregó: “En un Estado de derecho, los Derechos Humanos son progresivos”.

Después de remarcar que hay “más de 40 mil hospitalizaciones por aborto, y que es un quinto de las causas de muerte materna”, Martín Lousteau (Evolución) apuntó: “Hay una percepción legítima de un derecho postergado. No lo percibimos porque ésta es una sociedad machista”. Y criticó a los que se oponen a la iniciativa: “No han presentado un proyecto alternativo. Quieren que sigamos como estamos”.

Durante la sesión hubo muchas críticas a la Iglesia. El discurso más fuerte en torno a esto fue el de Nathalia González Seligra (PTS), quien señaló: “La Iglesia, que se dice defensora de la vida, durante la dictadura avaló la tortura a mujeres embarazadas y muchas de ellas terminaron en abortos. ¡Que hipocresía! ¿Hasta cuándo hay que soportar la injerencia en nuestras vidas?”.

Por el lado de los legisladores que se manifiestan “a favor de la dos vidas”, uno de los discursos más encendidos y aplaudidos fue el de Luis Contigiani (Frente progresista cívico y social) quien remarcó que “sacar una vida no puede ser decisión de la política”. “Les digo a los jóvenes que no hay acto más revolucionario que defender la vida y la justicia social”, remarcó, y agregó: “Estamos ante dos vidas perfectamente individualizadas. Quiero la salud pública para esas dos vidas”.

A su turno, Alma Sapag (MPN) aseguró: “No tenemos derechos sobre la vida de los demás, más aún si es una persona indefensa. Cuando se interrumpe un embarazo no hay vuelta atrás”. Y Alfredo Olmedo volvió a dar la nota: “El Estado pagará los abortos, ¿para qué le vamos a pedir la plata al Fondo, para pagar los abortos?”. Por último, remarcó que si sale la ley pedirá un cementerio para “esos niños” y le solicitó al presidente Mauricio Macri que si sale la ley, la vete.

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