La Unión | LOMAS

Historias fantasmales y leyendas en una casa inglesa de Villa Galicia

ALGUNOS VECINOS CREEN Y OTROS NO TANTO .

Existen mitos originados varias décadas atrás, que incluyen apariciones y ruidos extraños, en una residencia donde actualmente funciona un geriátrico. ¿Qué dicen las versiones de los vecinos?

La casa inglesa de Villa Galicia, ubicada en Alemandri al 1600, Temperley, siempre estuvo envuelta en mitos y leyendas acerca de su historia, sus dueños, sus pasillos y la aparición de fantasmas tanto en su interior como en los alrededores del lugar, según cuentan los vecinos que vivieron en la época de los hechos.

Guillermo Meigide, zapatero de Villa Galicia, contó su parecer acerca de los comienzos de la casona: “El primer dueño era un inglés que manejaba el Ferrocarril Sud cuando recién se había construido y luego pasó a manos del General Córdoba, quien la anotó como su propiedad”.

Antiguamente, en la residencia vivían los Scalerandi, una familia tradicional de Lomas que poseía un corralón en la avenida Pasco. Ocuparon el lugar hasta la década del ‘70 para luego dejarla deshabitada. “Debido a la represión y la época militar por la que atravesó el país en ese momento, cuentan las historias que allí fallecieron grandes cantidades de personas y de esa manera comenzó a circular la noticia que vinculaba a la casa con fantasmas”, detalló Carlos Sena, vecino del lugar.

“Debido a la represión y la época militar cuentan las historias que allí fallecieron grandes cantidades de personas.”

“Yo he entrado a la vivienda y era todo inglés: los marcos de las puertas y los mármoles tenían el sello europeo”, indicó Meigide sobre lo que pudo observar del interior de la casa. Además, agregó que había un sistema de calefacción a leña que se distribuía por todos los ambientes y que ese trabajo fue hecho por gente muy capaz para la época. En cuanto a los mitos sobre fantasmas y espíritus, el zapatero sentenció: “No creo en ese tipo de presencias”.

Jorge Díaz, otro lomense, aseguró que su madre trabajó en el lugar, en donde funcionaba un taller de hilandería. Luego se instaló un geriátrico, que hasta hoy en día se encuentra en actividad. “Se dice que eran apariciones, la gente pasaba y sugestivamente veía fantasmas. El relato corrió con mucha fuerza”, manifestó sobre las sensaciones de las personas que transcurrían por los alrededores del lugar.

Martín Legal, vecino de 40 años, aseguró que conoció a la casa inglesa cuando ya estaba abandonada, pero que nunca tuvo la posibilidad de entrar. “Yo era chico, mi hermano y sus amigos se metían constantemente y decían que había cosas, que se escuchaban ruidos raros pero no sé si era real”, recordó sobre su infancia.

Casi interrumpiendo el relato, Meigide explicó que los pisos y escaleras estaban construidos en madera, lo que pudo haber ocasionado los ruidos que los jóvenes confundían con fantasmas.

Un dato curioso fue que uno de sus árboles, una araucaria que era considerada la más alta de la zona, fue destruida tras ser alcanzada por un rayo hace 20 años. También se hablaba de la existencia de un supuesto sótano en el lugar, que unía la casona con la estación ferroviaria de Temper

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