Especialista recomienda tener en buen estado artefactos de gas

Los artefactos de gas en buen estado de conservación permiten un ahorro del insumo que repercute favorablemente en las finanzas del hogar, al tiempo que brindan mayor seguridad en el uso de estufas, cocinas, calefones y otros equipos, afirmó un especialista de cara a la política de uso racional del fluido que impulsa el Gobierno nacional.

"Manteniendo los artefactos en buen estado se hace un uso racional y seguro del recurso, y además el usuario está haciendo un uso responsable de la energía y reduce los montos de su factura del servicio de gas" aseguró en diálogo con Télam el jefe del área de Utilización del Gas, del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), Enrique Bezzo.

El técnico explicó que el punto de partida para ahorrar gas es mantener calibrados los quemadores, algo que se manifiesta a través de una llama silenciosa, estable y de color azul.

También mantener limpios y en buen estado los artefactos mejora su rendimiento y aumenta la seguridad para el hogar, indicó.

Bezzo recomienda que "si vamos a comprar artefactos nuevos debemos tener en cuenta que en cocinas y calefones se incorporó de manera obligatoria el etiquetado de eficiencia energética".

Esto es una etiqueta que permite al usuario, al momento de la compra, saber cual es el artefacto más eficiente. Dicha eficiencia esta calificada de la letra "A" a la "F". La letra "A" es la que certifica cual es el más eficiente, que es aquel que con menos gas proporciona mas calorías.

En el tema de la cocción de alimentos, Bezzo señala que es conveniente utilizar el recipiente adecuado en cuanto tamaño y taparlo para calentar más rápido y consumir menos".

Otra recomendación es calcular la cantidad de agua que vamos a utilizar. Es común que por la mañana cuando uno calienta agua para prepararse una infusión, caliente mucho más de lo que va a consumir.

En todo los casos, la llama tiene que estar contenida en el borde del recipiente, pues todo lo que asome son calorías que se  pierden, teniendo en cuenta eso se reduce el consumo.

El horno de la cocina debe usarse de forma mesurada, porque consume el equivalente a tres hornallas encendidas.

Alcanzado el punto de ebullición en la cocción, se puede disminuir la llama para mantener ese punto, y consumir así menos gas.

En cuanto a la calefacción de los hogares, se recomienda, en principio, no calefaccionar ambientes que no se van a utilizar y de ninguna manera usar el horno para calefacción, pues es muy peligroso y de menor rendimiento.

En caso de utilizar una caldera hay que mantenerla a una temperatura razonable del agua para calefacción (por radiadores).

Es recomendable utilizar un termostato de ambiente para regular la temperatura adecuada.

No exagerar con la temperatura de calefacción. Es suficiente sentir el cuerpo confortable, las temperaturs ideales para ese objetivo están en torno a los 20 grados.

Bezzo se refirió también al uso del agua caliente sanitaria, y dijo que "no hay que dejar correr el agua que no se va a usar". Si hay un calefón, regular la temperatura del agua a través del comando del mismo y no mezclar con agua fría. Así se ahorra gas y se prolonga la vida útil del artefacto. Cuando se trate de un termotanque ubicado fuera de la vivienda hay que aislarlo térmicamente para ahorrar energía.

La conclusión de Bezzo es que "manteniendo los artefactos en buen estado se hace un consumo racional y seguro, al tiempo que el usuario hace un uso responsable de una energía que no podemos desperdici