Entre la realidad y los mitos

En “La mujer del anatomista”, Gabriel Fernández Chapo lleva a la ficción la historia del taxidermista del cuerpo de Eva Perón y el rol de su esposa.

En “La mujer del anatomista”, el autor y director Gabriel Fernández Chapo parte del hecho histórico de la contratación de Pedro Ara para que se encargue de embalsamar el cuerpo de Eva Perón, para luego llevar a la ficción esta historia en la que toma protagonismo central Ana María, la esposa del taxidermista español.

“Me interesan los pliegues que la historia deja librados a la imaginación, la reconstrucción histórica se las dejo a otras disciplinas. Esto me permite una forma de encontrar nuestro pasado”, comentó el artista de Lomas.

“La mujer del anatomista” se estrena esta noche en el Complejo Ensamble de Lomas y luego va de gira por la Provincia, para finalmente anclarse en la cartelera porteña.

“Me gusta estrenar mis obras en Lomas, ya lo hice en otras oportunidades”, acota el director sobre esta puesta que es una coproducción de Malón Teatro y La Hongaresa de España. La tarea encomendada despertó una obsesión en Ara, quien pasó más de tres años junto al cuerpo de Eva, abandonando a su familia y despertando todo tipo de rumores sobre conductas. Su esposa, Ana María, decide ir a la sede de la CGT de Buenos Aires donde se encuentra el improvisado laboratorio de su esposo.

“La mujer de Ara está metida en medio de un triángulo amoroso porque su marido tiene una convivencia casi matrimonial con el espíritu de Eva”, agrega Fernández Chapo.

La obra también recrea el mito de que había réplicas de Evita para despistar a los militares y que estos hasta temían que el cuerpo de la esposa de Perón pudiera ser utilizado como un estandarte. “No se toma críticamente

a la figura de Evita ni se toma posición política en la obra, aunque allí pasó algo que modificó la historia

del país”, cie