El docente universitario
Gajes del Oficio.
En este espacio nos hemos referido a los trabajadores de la educación de distintos niveles y de diferentes áreas, incluso también sobre los directivos y auxiliares, pero nunca de los docentes universitarios.
Como es mejor tarde que nunca, bien vale la pena dedicarles unas líneas a estos docentes de todas las universidades argentinas.
El docente universitario, está en otro ámbito, ya trata con adultos, aunque algunos se resignen a no serlo y se crean que son como una suerte de Peter Pan del Conurbano. Los alumnos ingresan al sistema educativo de muy pequeños y el docente universitario se topa con ellos después de los 18 y hasta que las velas no ardan. Esa larga etapa formativa no pasa por sus manos, quedó en manos de sus colegas de las etapas anteriores de la educación.
Estos docentes pueden correr con la ventaja de que sus alumnos están en su clase por propia decisión, al menos eso se cree por su condición de adultos que optaron por la carrera que decidieron.
Pero siempre pasan cosas y puede ser que esa no sea la materia que les guste a la mayoría. Hay materias que quizá sean de relleno y el docente tiene que remarla como el mejor para captar la atención de sus alumnos.
También están aquellos que se hicieron su buena fama en los claustros universitarios y todos están ansiosos por ser parte de sus clases magistrales. Estos docentes también la tienen fácil, porque tienen que responder a esas altas expectativas que hay en ellos.
Además, hay algunos que se tienen que tomar con los recién saliditos del secundario y que todavía no cambiaron el chip de que ya están en otra etapa. Esas chicas y esos muchachos piden permiso para ir al baño hasta que les cae finalmente la ficha
En las universidades hay de todo como en botica y muchos de los que están al frente de la clase son unos bochos de aquellos, investigadores de la hostia, teóricos de aquellos y otros que en breve darán en salto a las grandes ligas.
Por supuesto que muchos de ellos marcaran a fuego a sus alumnos que siempre recordarán a ese profe de tal o cual materia que les explicó al dedillo un tema o que les dio consejos para la profesión.
También algunos serán recordados por siempre por su extrema exigencia como titular de cátedra en las mesas de exámenes y de lo que costó rasguñar un mísero 4 en su materia.
Las y los profes de los terciarios, magisterios y otras instancias de la educación superior, no hay que olvidarse de ellos, pasan por experiencias similares en su trabajo diario y dejan el mismo recuerdo y las mismas sensaciones en sus alumnos. Digna y loable tarea la de los docentes universitarios, encargados de formar profesionales del conocimie
