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El Archu y Garrafa, en un día muy especial

Banfield. Este 8 de enero, cumple 48 años Javier Sanguinetti, el jugador con más presencias con la camiseta del Taladro y se conmemoran 13 de la pérdida física de José Luis Sánchez. Dos jugadores que quedarán por siempre en la memoria de la institución.

El Archu y Garrafa formaron parte del equipo que ascendioacute a Primera en cancha de Quilmes

El Archu y Garrafa formaron parte del equipo que ascendió a Primera en cancha de Quilmes.

Cada 8 de enero no es un día más el calendario y la vida del Club Atlético Banfield.

Hace 48 años nacía Javier Esteban Sanguinetti, defensor histórico del Taladro, que ostenta el récord de ser el jugador que más veces vistió la camiseta verde y blanca.

Durante 423 partidos, el Archu -y con un breve paso por Racing- fue el símbolo de un equipo que marcó una época. Capitán y referente, se retiró en junio de 2008 para formar parte del cuerpo técnico de Julio Falcioni, campeones del Apertura 2007. Luego siguieron lo éxitos en Boca Juniors, de la mano del Emperador, antes de emprender su propio camino.

También, un día como hoy, hace 13 años, nos dejaba físicamente José Luis Sánchez. O simplemente Garrafa, un gran futbolísta y mejor persona, de esas que se extrañan con el paso de los años y cuyo sentido de pertenencia se transmitirá de generación en generación.

Ídolo en cada club que jugó: Deportivo Laferrere, El Porvenir y Banfield. Éste último lo adoptó como un hijo de la casa. Con el club de Gerli ascendió a la B Nacional. Y con el Taladro a Primera División.

Magia, desenfado, talento, gambeta, caños, lujos. Un equilibrista del fútbol. Un tipo fuera de sí. Jugador de potrero, de esos que hoy no abundan. Vivió a mil. Y así se fue.

A los 31 años, un accidente sufrido mientras realizaba acrobacias en su moto (otra de sus pasiones), terminó con su vida. Pero dejó su sello en un estatua, una película y una canción.

Garrafa fue el puntal del ascenso en las finales con Quilmes, en la que Banfield venció en ambos partidos, con una actuación consagratoria en el estadio Centenario.

“Jugaba y vivía al límite, tenía su pasión y la vivía a full, no era de guardarse nada, se mostraba muy transparente. Entró rápidamente en la piel del hincha de Banfield porque, además de jugar bien, tenía un carisma especial, era querido porque tenía condiciones para serlo. Su capacidad personal la fundamentaba con sus condiciones futbolísticas”, comentaba años atrás Sanguinetti a La Unión.sobre Garrafa.

Por eso, el 8 de enero no es un día más en Peña y Arenales. Dos referentes de Banfield dejaron su legado. Y el recuerdo se vuelve mág

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