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El abogado de la familia de Pérez Volpin dijo que continúan las sospechas de que cambiaron el endoscopio

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El abogado de la familia de Débora Pérez Volpin, Diego Pirota, dijo hoy que continúan con la sospecha de que el endoscopio entregado por la clínica a la Justicia no fue el utilizado en el procedimiento que le costó la vida a la periodista y legisladora, tras conocerse que los primeros días de junio se tomará declaración indagatoria al endoscopista y la anestesista.

"Se discutió mucho sobre si el endoscopio estaba roto o no, y si no funcionaba el aire que insuflaba y por eso el médico tomó el aire de la pared, a presión. En la causa esto no está probado, pero nosotros seguimos con la sospecha de si nos cambiaron o no el endoscopio", indicó Pirota en declaraciones a radio La Red.

El abogado aseguró que "más allá de la citación a indagatoria del endoscopista y la anestesista, la causa va seguir con otras cuestiones porque tenemos que investigar si hubo encubrimiento".

No obstante, explicó que "si el equipo estaba roto, que es una sospecha, la clínica es responsable del equipamiento pero el profesional debería haberse negado a utilizarlo" y añadió que "si él supiera que estaba roto y lo utilizó igual es más grave todavía".

Ayer se conoció que la Justicia citó a indagatoria para el 1 y 7 de junio al médico Diego Ariel Bialolenker y la anestesista Nélida Inés Puente, los profesionales que participaron de la endoscopía en la que Pérez Volpin murió el 6 de febrero último en la Clínica La Trinidad del barrio porteño de Palermo.

"La causa avanzó estos últimos meses. Desde la autopsia para acá logramos que vengan a declarar todos los médicos e instrumentistas que participaron en el quirófano y en base a eso pudimos reconstruir mucho de lo que sucedió", indicó el letrado.

Pirota aseguró que con el informe de la autopsia "se acreditaron" las razones de la muerte de la periodista, "pero necesitábamos conocer cuestiones que tuvieran que ver con la preparación antes del estudio, durante y después".

"Fue muy dificultosa la tarea de tomar estas testimoniales porque la gente que vino a declarar estaba bastante reticente (...) pero aún así logramos llegar a esta instancia en la causa porque aunque hayan hablado muy poquito, con eso fue suficiente como para terminar de cerrar el cuadro", dijo.

El abogado describió que el endoscopista "antes de comenzar el procedimiento comete una imprudencia muy grosera que es utilizar el instrumento de una manera inadecuada y tomar aire de una fuente que no es la correcta, que es un aire a presión, que es lo que termina de matar a Débora".

El letrado añadió que una vez iniciado el procedimiento "se manda otra macana y lesiona el esófago de Débora, y ahí viene la otra circunstancia fortuita que es que la anestesista viene a tratar de socorrer y se manda otra macana más grande que la que había hecho el que la lesionó".

"Estos graves errores juntos" se dieron porque los profesionales "menoscabaron el procedimiento, lo subestimaron y no tomaron las precauciones del caso, y en cuatro minutos se encontraron con una persona que se estaba muriendo y no supieron qué hacer", agregó Pirota.

Una vez tomadas las declaraciones indagatorias, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 57 deberá definir la situación procesal de los profesionales.

 

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