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Donar médula ósea es un trámite sencillo y rápido que salva vidas

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La desinformación respecto al tema genera dudas y hasta miedos. Por eso, es primordial saber que se trata de un método que dura sólo minutos y que se basa en una extracción de sangre; con eso, ya se puede ayudar a las personas que lo necesitan.

La donación de médula ósea tiene la particularidad de ser un “trámite” sencillo y rápido, que permite dar vida, en vida. Poco se sabe de los requisitos necesarios para formar parte del registro nacional de células progenitoras hematopoyéticas (CPH) y hasta existe mucha confusión respecto al tema.

Johanna Vallejos es la tía de Thiago, un chico de Lomas que hace unos meses fue diagnosticado con el síndrome mielodisplásico y está a la espera del trasplante de médula: “La gente piensa que donar médula significa que los van a pinchar en la columna o algo así y la verdad que no es así. Toda nuestra familia fue a donar para poder saber si éramos compatibles con Thiago y es un trámite muy sencillo”, explicó.

Cada año a cientos de personas se les diagnostican enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplástica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficits inmunológicos. Estas enfermedades pueden ser tratadas con un trasplante de CPH, conocido popularmente como trasplante de médula ósea. Del mismo modo que, de un tiempo a esta parte, se extendió la toma de conciencia y cada vez más parejas deciden guardar las células madre de cordón umbilical, sería esperable que lo mismo ocurriera con la donación de médula ósea.

Claro está que uno cree (y desea) que nunca va a necesitar descongelar esas células o acudir a un banco de donantes de médula. Pero a veces la vida hace que pasen estas situaciones en la que nadie quisiera estar o pasar. Y llegar a ese momento con más posibilidades de encontrar un donante compatible siempre debe ser mejor que hacerlo con un banco desprovisto de donantes. Para tomar conciencia que a cualquiera le puede pasar es necesario comprender que sólo entre un 25% y un 30% de esos pacientes diagnosticados tiene la posibilidad de encontrar un donante compatible en su grupo familiar. El resto debe recurrir a un donante no emparentado, a través de los registros de donantes.

Desde su creación en 2003 se ha ido incrementando año tras año la lista de voluntarios, los cuales se integran a la red mundial, que cuenta con más de 22 millones de personas de 48 países.

Para ser donante se requiere estar sano, tener entre 18 y 55 años y pesar más de 50 kilos. Hay que dirigirse al Centro de Donantes más cercano y donar una unidad de sangre. Estos centros funcionan en los Servicios de Hemoterapia de diversos hospitales en todo el país, donde un técnico informa a los donantes sobre el tema para completar la ficha de inscripción.

HAY DUDAS Y DESINFORMACIÓN. Silvia Balmaceda es fundadora de Bicis Solidarias, un grupo de ciclistas que realizan travesías de corta y larga distancia con el objetivo de difundir la importancia de la donación de órganos, tejidos, sangre y médula ósea. “La gente siempre pregunta como es la donación y el mayor miedo que transmiten es del pinchazo en la espalda que es algo que no sucede y que hay que aclararlo”.

Desde el Incucai explican: “Con el consentimiento informado del donante se toma una pequeña muestra de la unidad de sangre donada para realizar el análisis de su código genético (HLA). Los datos de HLA se ingresan a la base informatizada del registro”.

Luego, las Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) sólo se donan si hay alguien que lo necesite y que sea un 100% compatible con el código genético del donante. La donación de CPH es un acto voluntario, libre gratuito y solidario que consta de dos instancias: la inscripción y la donación. Para inscribirte en el Registro Nacional de Donantes Voluntarios de CPH (médula ósea o sangre periférica) hay que dirigirte al Centro de Donantes más cercano y donar una unidad de sangre. Allí, un técnico se encargará de informar sobre el tema para completar una ficha de inscripción. Luego se toma la muestra de sangre con la previa autorización (consentimiento informado), para realizar el análisis del código genético (HLA).

Los datos de HLA se ingresan a la base informatizada del Registro Nacional que, a su vez, integra una Red Internacional que agrupa a más de 12 millones de donantes en todo el mundo. Si el HLA resulta compatible con el de un paciente necesitado de trasplante de CPH en cualquier lugar del mundo, el donante recibirá un llamado del Registro y, al reafirmar la decisión de donar, se pondrá en contacto un equipo médico para hacer efectiva la donación.

Los especialistas evaluarán el estado de salud y luego se elegirá el método de donación: a través de una práctica ambulatoria en la que se aplican 5 vacunas para facilitar la liberación de células en un procedimiento llamado aféresis o de médula ósea (no es la médula espinal) que se requiere de uno o dos días de internación y anestesia general porque se punza el hueso de la cadera y se aspiran las célu

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