Del Colón, a la pista del Bailando

Eleonora Cassano, Maximiliano Guerra y su mujer, Patricia Baca Urquiza, vienen del clásico y, por primera vez, se meterán en la jungla del certamen coreográfico.

Por Edgardo Solano.

Tanto Eleonora Cassano como Maximiliano Guerra, y su mujer Patricia Baca Urquiza, provienen del mundo de las danzas clásicas y de un palo muy distinto al del resto de los participantes del “Bailando por un sueño”, muchos de ellos de perfil escandaloso que calza a la horma del certamen coreográfico.

“Creo que yo voy a jugar mi papel, el que jugué toda mi vida, otras personas jugarán distinto. Lo más importante es a dónde se enfoque cada uno”, asegura Eleonora Cassano, que ya sabe dónde se mete y marca territorio de antemano.

La bailarina, que se bajó de la crema para ser parte de espectáculos populares, advirtió que aceptará cualquier crítica “respetuosa” del jurado, a pesar de que ninguno de ellos le llegue a los tobillos en materia coreográfica.

Por su parte, Maxiliano Guerra, que aceptó la propuesta de Marcelo Tinelli después de varios “no”, está en la misma sintonía que su colega.

“No vamos a cuestionar al jurado, aceptamos las condiciones del juego”, afirmó.

Para ser parte del programa, el bailarín pidió algunos requisitos, como tener a su pareja como partenaire, no participar en las coreos de alto voltaje erótico y quedar al margen de las polémicas.

El único antecedente de esta especie es Hernán Piquín y no le fue nada mal, porque ganó en dos oportunidades y hasta se adaptó a la dinámica de la competencia.

En un par de semanas se sabrá cómo arrancó el “Bailando” para estos talentosos en serio de la da