La caravana de migrantes llegó al límite de Estados Unidos y se detuvo
A la deriva . La primera tanda de exiliados centroamericanos está en Tijuana, en la frontera noroccidental de México y Norteamérica pero difícilmente logren cruzarla.
En las últimas horas, unos dos mil integrantes de la caravana de migrantes llegaron a la zona limítrofe entre Estados Unidos y México, en la ciudad de Tijuana y con vistas a San Diego. Sin embargo, el sueño americano será muy difícil de cumplir y están más cerca de terminar a la deriva por el desprecio que también sufren en territorio azteca.
Los exhaustos centroamericanos (principalmente de Honduras y El Salvador) quedaron alojados en albergues privados que pueden recibir a unas 700 personas y están abarrotados cuando aún restan llegar alrededor de siete mil de migrantes más, en las otras dos caravanas que siguen atravesando México. Para ello también se habilitó un gimnasio y un complejo deportivo aunque no son suficiente espacio para que todos estén cómodos. Y lo concreto es que las chances de que lleguen a Norteamérica son muy pocas.
Se tramitan apenas unas peticiones de asilo 100 diarias y con ciertos requisitos que la mayoría no cumple. Por otra parte, Donald Trump decidió dejar de hablar del tema tras avanzar con nueve mil militares hacia la zona fronteriza y acusar a los migrantes de “criminales e invasores”.
Y como si esto fuera poco, muchos vecinos de la zona playera de Tijuana recibieron a los migrantes con cantos xenófobos y protestas al Gobierno por permitir su llegada y brindarles asilo. Incluso, se convocaron manifestaciones a favor y en contra de la caravana en Tijuana para este fin de semana. El intendente de la ciudad, Juan Manuel Gastélum, reaccionó con ataques a la llegada de la caravana. “No me atrevo a calificarlos como migrantes (…) Son una bola de vagos y mariguanos. La tranquilidad y la seguridad de Tijuana está siendo afectada”, afirmó y prometió mano dura para los que no respeten la ley o “la tranquilidad” de la zona.
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