va de retro El trio de las hermanas Lola, Pilar y Lucía irrumpía con un pegadizo hit en todo el planeta y luego él éxito dejó de acompañarlas.
"Y aserejé-ja-dejé, de jebe tu de jebere seibiunouva..." fue el pagadizo estribillo que recorrió el mundo hace 20 años cantado por trío español Las Ketchup .
Corría 2001 cuando Lola, Pilar y Lucía, las hijas del guitarrista flamenco Juan Muñoz "El Tomate", empezaron a trabajar en su primer álbum junto a Manuel Ruiz, alias Queco, que comenzó su carrera como intérprete.
El primer tema que les presentó giraba en torno a una reelaboración del arranque de "Rapper's Delight", el famoso tema que The Sugarhill Gang lanzó en 1979, entonado como lo haría alguien sin idea de inglés y así, "I said a hip hop the hippie..." se convirtió en el consabido "Aserejé ja de je" y lo que sigue después.
"Nos pareció raro, la verdad, y creíamos que lo del estribillo era imposible de cantarlo, pero el mismo día salió adelante", reconocen las hermanas Muñoz.
Contratadas por el sello independiente Shaketown Music, este se dedicó a presentar un CD del grupo a diversas compañías hasta despertar el interés de Sony Music en España. Pronto tuvieron noticias de esa multinacional.
"Ahí ya nos dijeron que era un 'hit'", comentan las artistas, algo que empezaron a constatar cuando, en medio de la Feria de Mayo de Córdoba, España, sonó la canción y la gente se subió a las mesas a bailar.
No habían terminado de grabar el álbum, al que dieron el nombre de "Hijas del tomate" (2002), cuando "Aserejé" explotó en las radios para convertirse en el tema del verano no solo en España, pues alcanzó el número 1 en Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Italia, México o Australia en una época en la que la globalización de Internet no funcionaba ni de lejos como en tiempos de "Despacito".
La coreografía que siempre acompañaba esta recreación del viaje psicotrópico de un joven llamado Diego por las discotecas de una ciudad sin nombre fue cosa suya: "La compañía nos pidió que al estribillo le pusiéramos un baile y lo hicimos en un minuto entre todos, algo muy espontáneo".
Más de veinte países coronaron la canción, que se situó en el puesto 100 de las más vendidas de la historia a nivel mundial y contó con versiones hasta en chino y japonés, que no grabaron Las Ketchup.
Los problemas judiciales entre las dos compañías con las que tenían contrato postergaron por cuatro años sus planes hasta que pudieron lanzar su segundo álbum, "Un blodymary" (2006).
Cuando por fin pudieron seguir adelante con su siguiente trabajo, este de la mano de Warner Music, las cosas no fueron mejor. "La única promoción que se hizo, que no fue promoción, fue enviarnos a Eurovisión", recuerda Lucía.
"Había que ir y nosotras, trabajadoras y cumplidoras, fuimos con el corazón y con lo mejor que supimos hacer. Por eso se fue", sentencia Lola sobre lo ocurrido en el certamen.
Acompañadas entonces por una cuarta hermana, Rocío, y con una fuerte promoción su segundo y último disco quedó guardado en un cajón.
"Las Ketchup no desaparecimos, porque seguimos trabajando, pero cuando estamos en otros países aquí en España nadie se entera", lamentan las tres hermanas.