Al estilo Alfaro, Boca se metió en los cuartos de final
ganó por 2 a 0 en la bombonera. El Xeneize fue práctico y asfixió a Paranaense. Con un gol de Wanchope y otro de Salvio en el final, cerró la llave y sigue su camino en la Copa Libertadores.
Con garra, practicidad y el sello de Gustavo Alfaro, Boca logró el pase a los cuartos de final de la Copa Libertadores en La Bombonera.
El Xeneize jugó un primer tiempo particular. Un denodado interés por asfixiar a un rival algo tímido le quitó precisión con la pelota. Lució acelerado de a ratos, a punto tal de que tres futbolistas vieron la amarilla por distintos golpes.
Paranaense, más pausado, cuando atacó fue a través de pases filtrados y mostró destreza con la pelota en los pies. Sin embargo, no generó peligro real.
Sin volar tácticamente y con un juego frontal de pocos pases, el Xeneize tuvo las chances más claras para marcar. A los 16, Wanchope, de frente al arco, decidió cedérsela a Nández que mano a mano se perdió el gol. A los 35, de un córner, Henrique salvó al visitante con un rechazo de volea sobre la línea. Y a los 45, Santos le sacó un cabezazo notable a Mac Allister.
Los brasileños, con menos oportunidades, merodearon la puerta del área y sólo llegaron con un remate de tiro libre de Cirino que se fue apenas ancho.
En el arranque del segundo tiempo y con esa misma fórmula directa, el equipo de Alfaro encontró el gol. Andrada sacó del arco, Nández peinó la pelota y Wanchope, sacándose una marca de encima, soltó un remate implacable al primer palo. Más práctico imposible.
La ventaja fue el golpe de knock out para un Paranaense muy timorato que empezó a quedarse afuera en Brasil al perder el partido de ida por 1-0 en el final.
Por su parte, el Xeneize encontró el alivio que necesitaba. Wanchope se puso el equipo al hombro aguantando rivales sobre su espalda y exigiendo a la defensa brasilera; Mac Allister y Zárate aportaron vértigo en los metros finales y el equipo en su conjunto siguió apostando por la garra para marcar.
En el cierre, ‘Toto’ Salvio tuvo su debut en el arco con una jugada individual. Desde lo visual, Boca podrá no ser tan estético (tiene un banco de suplentes de lujo) pero el nivel de contundencia es alto y habla de un peso pesado en la Copa.
