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Escuchar y orientar: el trabajo detrás del área de Servicio Social del Gandulfo

CLAVE EN LA SALUD. El equipo de profesionales asiste a pacientes del hospital, pero también a personas en situación de calle que se acercan de forma espontánea. 

Apuntan a restituir los derechos vulnerados

Apuntan a restituir los derechos vulnerados.

Se sabe que, si de salud se habla, el Hospital Gandulfo es una de las grandes referencias en Lomas. Su arduo trabajo tiene como objetivo velar por el bienestar de los pacientes, tarea que se acrecentó en medio de la pandemia por el Coronavirus. Pero además, la institución cuenta con un área de Servicio Social que se dedica a restituir los derechos vulnerados de las personas, ya sea de pacientes que estén internados o de quienes se acercan de forma particular, como vecinos en situación de calle.

El servicio de Acción Social del Hospital Gandulfo funciona de lunes a viernes, de 7 a 18, y está apuntado a generar mediaciones ante las necesidades de la población, ya sea de forma individual, grupal o familiar, con la restitución de derechos. "Trabajamos con las problemáticas que presentan los pacientes, ya sea por derivación de un profesional o porque una persona ambulatoria pide una orientación", detalló María Miguel, jefa del servicio, quien posee una fuerte historia de trabajo dentro de las distintas organizaciones públicas lomenses, fundamentalmente en el ámbito de la salud y la educación.

Trabajamos con las problemáticas que presentan los pacientes, ya sea por derivación de un profesional o porque una persona ambulatoria pide una orientación.

El vecino que lo requiera se puede acercar al hospital sin turno previo, cuenta su problemática y los profesionales lo escuchan para ayudarlo. "Hay un fuerte trabajo con la demanda espontánea, los pacientes internados desde distintas partes del hospital y las personas en situación de calle, que se acercan con un deterioro afectivo y un problema de salud", detalló la licenciada que trabaja allí desde hace 15 años. 

"Este proceso intenta lograr resiliencia en los pacientes, que tengan autonomía y que generen procesos de ciudadanización, para que puedan conocer sus derechos y, así, resolver sus complicaciones", dijo Miguel.

María es docente investigadora de la Universidad Nacional de Lomas hace 32 años y, actualmente, trabaja arduamente en dos planificaciones que tienen que ver con su labor social: la detección de la violencia intrafamiliar por parte del equipo de salud y, por otro lado, la transferencia y aplicación de proyectos institucionales desde las perspectivas de géneros.

Este proceso intenta lograr resiliencia en los pacientes, que tengan autonomía y que generen procesos de ciudadanización, para que puedan conocer sus derechos y, así, resolver sus complicaciones.

Cabe destacar que, debido a la pandemia y a las restricciones para evitar la propagación del virus, el servicio de Servicio Social tuvo que dejar de hacer el cine debate, el café literario y el trabajo en conjunto con las escuelas.

SALUD Y EDUCACIÓN, DE LA MANO

Si uno ingresa al Hospital Gandulfo, se puede encontrar en las paredes con cuadros hechos por alumnos del Colegio Inmaculada Concepción, en lo que fue, durante cinco años, una experiencia enriquecedora. "Yo iba a la escuela a darles charlas sobre el derecho a la salud y ellos iban integrando sus inquietudes gracias a información, además de recorrer las instalaciones del hospital", contó María, que inmediatamente explicó que los dibujos colgados representan todo ese trabajo de investigación que cada alumno llevó a cabo.

El vecino que lo requiera se puede acercar al hospital sin turno previo, cuenta su problemática y los profesionales lo escuchan para ayudarlo.

Gracias a este trabajo, luego se desprendió un voluntariado, donde los chicos aprendían y colaboraban con profesionales de pediatría. "Mi intención siempre fue acortar los muros que hay con las escuelas públicas o estatales. Muchos de esos alumnos luego siguieron carreas afines, es muy fuerte y el objetivo se logró", sostuvo.

Para finalizar, María dejó una frase que resume su vocación: "Me siento una simple servidora, una persona que ama ayudar a los vecinos lomenses y ésa es mi motivación diaria".