Piluso y Coquito 

tv retro. Al margen de triunfar en la picaresca, Alberto Olmedo fue un ídolo de los chicos y tuvo en Humberto Ortiz a su gran partenaire. 

Antes de que Alberto Olmedo sea un capocómico, fue uno de los primeros ídolos de los más bajitos en televisión con el Capitán Piluso, el personaje que lo llevó a la fama en menos que canta un gallo en los inicios de los '60, cuando el medio comenzaba a cobrar masividad en los hogares argentinos.

En principio, el ciclo comenzó para presentar a los dibujos animados, pero la respuesta del público generó que se transformé en un programa más extenso y, en unos años, en un verdadero clásico. 

Si bien el rosarino tenía el papel central, Coquito, el personaje de Humberto Ortiz, era su partenaire ideal y este actor fue también uno de los mejores segundones (sin que esto suene peyorativo) en el mundo del espectáculo argentino.

El programa comenzó en el "viejo" Canal 9, luego pasó por Canal 7 y finalmente desembocó en Canal 2, cuando esta emisora estaba en La Plata y mucho antes de su actual sede palermitana.

Manuel M. Alba, gerente general de la Compañía Argentina de Televisión que administraba el flamante Canal 9, tuvo la idea de un microprograma infantil de cinco minutos. Pensó en Olmedo porque recordaba las travesuras de Joe Bazooka, el primer personaje que había interpretado el rosarino.

"Contesté que sí, por supuesto, y entonces me dijo que me buscara quién me hiciera el libro. Yo había conocido a Coquito en uno de mis programas anteriores y nos habíamos hecho bastante amigos; sabía que él escribía y le pedí que me hiciera los libretos. Aceptó, y luego aceptó también incorporarse al programa como un marinerito. Así fue como empezamos a trabajar juntos", Olmedo en una entrevista. 

PIluso y Coquito fueron un furor en esos años con una receta simple y eficaz de humor con la complicidad que tenían estos actores en los sketchs, en los que además invitaban a los chicos a tomar la leche. 

La absurda censura del gobierno militar le quitaron el rango de Capitán a Piluso y también le sacaron su clásica gomera, con el argumento de que generaba violencia en los niños. 

Además, se multiplicaban por doquier los objetos promocionales, como remeras y álbumes de figuritas. Incluso, el gorro que usaba el Capitán quedó en el inconsciente colectivo bajo el nombre de Piluso. 

La absurda censura del gobierno militar le quitaron el rango de Capitán a Piluso y también le sacaron su clásica gomera, con el argumento de que generaba violencia en los niños. 

Coquito también sufrió estos embates y fue despojado de tu traje de marinerito, bajo el pretexto de que su vestuario era una mofa a la Armada Argentina.

Mientras Olmedo se metía en la picaresca y Ortiz tenía sus propios proyectos, el ciclo se mantuvo en pantalla capturando a las nuevas generaciones. Luego Piluso se transformó en Pilusman, una suerte de alter ego del Capitán.

Coquito partió en 1982 y, por respeto a su amigo entrañable, Olmedo no volvió poner en pantalla a Piluso y archivó ese personaje para siempre. El Negro, siendo una estrella, falleció trágicamente seis años después en absurdo accidente en Mar del Plata. 

"Piluso y Coquito, la leche tomarán, escuchan a su abuela, y cintas de Popeye, han de mirar...", le dedicó Luis Alberto Spinetta a esta dupla en una canción de escueta y contundente letra. 

Mientras que "No hay merienda sin el Capitán" canta desaforadamente Fito Páez, un coterráneo de Olmedo, y cuánta razón tiene.

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