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Volverán a evaluar la salud mental de Rodrigo Eguillor

novedades en la causa. El proceso judicial contra "el cheto de Banfield", acusado de abuso sexual y privación ilegítima de la libertad, está suspendido desde 2019.

Hasta ahora se determinó que tiene incapacidad sobreviniente

Hasta ahora, se determinó que tiene "incapacidad sobreviniente".

Un médico psiquiatra y un psicólogo del Cuerpo Médico Forense, además del perito designado por la defensa, deberán evaluar nuevamente la salud mental de Rodrigo Eguillor, "el cheto de Banfield", quien está acusado por el abuso sexual con acceso carnal y la privación ilegítima de la libertad de una joven en un departamento del barrio porteño de San Telmo.

La medida fue ordenada por el juez Alejandro Noceti Achaval, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°10 de la Ciudad de Buenos Aires, quien dispuso la realización de una nueva junta médica que determinará si Eguillor, hijo de la fiscal de ejecución penal de Lomas de Zamora, Paula Martínez Castro, continúa dentro de las previsiones del artículo 77 del Código Procesal Penal de la Nación y puede ser juzgado.

¿Qué dice esa norma? Estipula que si durante el proceso judicial "sobreviniere la incapacidad mental del imputado", el tribunal suspenderá la tramitación de la causa.

Indica también que si el estado del imputado lo volviera peligroso para sí mismo o para terceros, se podrá ordenar la internación en un establecimiento, con el requisito de informes trimestrales sobre el estado de su salud.

El proceso judicial contra Eguillor está suspendido desde 2019 por "incapacidad sobreviniente", luego de diversos informes médicos forenses sobre el imputado.

Si el estado del imputado lo volviera peligroso para sí mismo o para terceros, se podrá ordenar la internación en un establecimiento, con el requisito de informes trimestrales sobre el estado de su salud.

En ese momento, Eguillor estaba detenido dentro del Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PRISMA) en el Complejo Penitenciario de Ezeiza, y luego se le otorgó la prisión domiciliaria con vigilancia electrónica.

En diciembre del año pasado, el magistrado rechazó el pedido de la defensa para que se declarara inimputable a Eguillor y se dictara su sobreseimiento, y en esa misma resolución, se había ordenado la prórroga de la prisión domiciliaria del acusado y se había dispuesto que en tres meses debía ser examinado nuevamente.

Eguillor está acusado de los delitos de "abuso sexual con acceso carnal"; "privación ilegítima de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas"; y "lesiones leves dolosas agravadas por mediar violencia de género y amenazas".

La modalidad de detención fue avalada por la Cámara de Casación en un fallo de enero de este año en el cual se focalizó en los riesgos procesales y el comportamiento de Eguillor en los procesos judiciales.

LAS CAUSAS

Eguillor está acusado de los delitos de "abuso sexual con acceso carnal"; "privación ilegítima de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas"; y "lesiones leves dolosas agravadas por mediar violencia de género y amenazas".

Según se pudo determinar en la investigación, el 15 de noviembre de 2018 se reunió con una joven de 22 años en un departamento del barrio de San Telmo.

De acuerdo con el testimonio de la víctima, el hombre abusó sexualmente de ella y no la dejó irse del lugar.

La situación se viralizó a partir de un video donde se observaba a la chica solicitando ayuda desde el balcón y a Eguillor tomándola del cuello para ingresarla por la fuerza de nuevo a la vivienda.

En otra causa se acusa a Eguillor por "amenazas coactivas agravadas por haber sido proferidas con el propósito de obtención de alguna medida por parte de un miembro de los poderes públicos y por tratarse la víctima de una mujer".

Además, el año pasado Casación confirmó una condena a un año de prisión por el delito de abuso sexual.

Allí se juzgó lo sucedido en abril de 2016, cuando Eguillor se encontraba en la playa de estacionamiento del Casino de Buenos Aires, ubicado en el barrio de Puerto Madero.

Tras observar a una mujer que se dirigía hacia el lugar para entrar a su trabajo, el imputado la interceptó mientras se tocaba sus genitales y la manoseó.

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